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A las 11:24 de la mañana una gran ola de aplausos y vítores aclamó las primeras estrofas del tema Amor fingido, primera canción entonada por Magaly Alzate, conocida como ‘Maga la maga’, vocalista de la agrupación Puerto Candelaria, junto a la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Más de 600 personas de todas las edades se congregaron ayer en el Teatro Amira de la Rosa de Barranquilla, para disfrutar de este espectáculo cultural gratuito.

Fusión musical

Un total de 97 músicos integrantes de la filarmónica de la capital y seis de la agrupación antioqueña Puerto Candelaria fueron los encargados de darle vida a una fusión musical, donde los ritmos contemporáneos y las melodías clásicas se acoplaron perfectamente en un mismo escenario.

La unión de violines, un saxofón, trombones, una guitarra eléctrica, un piano y la batería, entre otros instrumentos, sorprendieron al público expectante, que durante las 12 interpretaciones no paró de agradecerles a los músicos por brindarles el recital.

Emocionado y moviendo su cuerpo y su sombrero al son de la melodía, se le vio a Juan David Cubillos, de 63 años, disfrutar del evento cultural.

Él, que hacía parte de los cientos de asistentes, aseguró que este tipo de iniciativas son una buena forma de incentivar y mostrar la calidad musical que según él, hay en Colombia.

'Es un espectáculo magnifico. Así como se puede apreciar esto, se debería mostrar el AtlantiJazz —grupo de música clásica de la Universidad del Atlántico— donde hay mucho potencial', afirmó el espectador.

Según David García, director de la Filarmónica de Bogotá, lo principal en estos eventos es mostrarle a la gente que el lenguaje musical es único y universal, y que todos los ritmos, tratados de buena forma, podrían fusionarse y crear hermosas melodías dignas de ser escuchadas.

'Se está logrando unir de manera armoniosa la música clásica y la popular, como la electrónica y la champeta', indica el García.

El músico enfatiza en que muchos de los ritmos contemporáneos tienen interesantes códigos musicales, como por ejemplo la improvisación. Por el contrario, las melodías clásicas siempre están ceñidas a las reglas.

'Esto hace que ese acople, logrado entre los ritmos, sea aún más interesante de dar a conocer', reitera.

Para Juan Valencia, director de Puerto Candelaria, conocido como ‘Sargento remolacha’, el público barranquillero es 'muy grato y conocedor de la buena música', y asegura que haber sido testigo de la masiva acogida del evento fue un momento muy emotivo para la agrupación.

'Un público totalmente eufórico y alegre disfrutando de esta experiencia sonora', describió el director.

A petición del público, la Filarmónica de Bogotá y Puerto Candelaria volvieron a interpretar Bailando así. Con todo el público de pie y coreando la canción, las dos agrupaciones le dieron fin su presentación, impulsada por la Secretaría de Cultura de Barranquilla.