'Entre Bahía Solano y Cartagena, de un mar a otro mar'. De esta manera y con un sí antecedido, respondió la esposa del escritor Óscar Collazos cuando un amigo de ambos le planteó la idea de que las cenizas de Collazos llegaran tanto al Pacífico como al Caribe colombiano.
El ambientalista e historiador Rafael Vergara Navarro, padrino de matrimonio de Jimena Rojas y de Collazos, hizo pública esa conversación recordando además la entrañable amistad que cultivó con el autor de las novelas Señor sombra y Rencor, entre otras, a raíz de su muerte el 18 de mayo en la capital de la República.
Ayer, los restos del escritor colombiano fueron llevados de la Funeraria La Fe (sede Santa María Magdalena) al Cementerio Chapinero, para la cremación.
Jimena Rojas, esposa de Collazos, le confirmó a este diario que en efecto las cenizas serán esparcidas en Bahía Solano y en Cartagena, en fechas que posteriormente dará a conocer. Se cumple así la voluntad del escritor y la promesa que ella le hace a Rafael Vergara, cuyo texto por el dolor de la partida de Collazos lo hizo público el portal Sentipensante.
'Más que dolor por su rápida partida tengo saudade: nostalgia cálida, afectuosa con al amigo entrañable que se va, el cómplice de luchas y batallas inconclusas, el inolvidable contertulio con quien compartí su cocina gourmet, mejor que la mía, y los disfrutados bebidos y hasta debatidos diálogos en su casa o la mía. Óscar cocinaba como escribía, y era un gozón que disfrutaba con moderación el buen vino o el ron, un anfitrión inigualable que transmitía compromiso y enorme valentía', expresa Vergara Navarro en su escrito, quien asevera que como cartagenero 'e interpretando el sentir de muchos, pedí a Jimena y a Laia que parte de sus cenizas moren vigilantes en esta ciudad que amó y donde por más de 25 años, con garra, sabiduría y arte, se hizo uno de sus más dignos hijos'.
Para Vergara este 'no es un tema de adopción sino de esencia, de balcón y mar, de Rencor, Señor Sombra, Tierra quemada, Laguna más profunda, de participación en eventos internacionales, nacionales y locales, y de la sustancia infaltable en sus columnas semanales en El Tiempo y El Universal, que nos harán falta.
La respuesta de la gran mujer que lo llenó de amor en sus últimos años fue un sí, para que, como me dijo, esté 'entre Bahía Solano y Cartagena, de un mar a otro mar'.