La exposición dedicada a Doris Salcedo en el Guggenheim en junio, una muestra temática para venta privada en Christie's en mayo y la adquisición reciente por parte del MoMA de obras de Óscar Muñoz o del barranquillero Álvaro Barrios apuntan un ‘boom’ del arte contemporáneo colombiano que se siente en Nueva York.
Álvaro Barrios le dijo a EL HERALDO que el MoMA tiene 72 obras de su autoría, entre ellas la colección completa de Grabados Populares, compuesta por piezas que fueron publicadas entre otros diarios, por EL HERALDO.
Barrios participó en Arco Colombia en Madrid y alista obras para la Bienal de Mercosur en Brasil. Sobre el auge del arte colombiano manifestó que se debe 'a la universalización de las comunicación que ha permitido descubrir la alta calidad del mismo, que ya viene de una larga tradición solo que antes no se conocía debido a la dificultad en las comunicaciones. Ahora están mirando países que antes no eran tenidos en cuenta'.
'Parece casualidad, pero es causalidad', resume a Efe Oscar Roldán-Alzate, uno de los comisarios. Según el comisario, los astros se han alineado: 'El auge económico, una posibilidad real de alcanzar una paz en el país y acciones que se han dado por parte de unos agentes en Colombia entronizan con una atmósfera positiva para que el sistema del arte se active', asegura Roldán-Alzate.
Viento a favor, entonces, tanto para los comisarios, teóricos y mediadores como para los coleccionistas y, desde luego, para los artistas. 'Hay un arte de altísima calidad. No es un arte de alta calidad de ahora, es de siempre, pero no tenía los otros agentes', insiste.
Un arte que va mucho más allá de la celebridad de Fernando Botero y que ya fue invitado, por ejemplo, en la última edición de la feria Arco de Madrid.
Un arte que, además, tiene una peculiaridad: que cuenta historias. 'Históricamente ha tendido la mano a una estrategia discursiva, que es la narrativa. Para el arte colombiano contar historias es un rasgo distintivo', según Roldán-Alzate.
Esta idea la comparten en el Guggenheim, donde describen a Doris Salcedo como una artista que 'ha creado esculturas e instalaciones que señalan la historia traumática de la Colombia moderna, así como el amplio legado de sufrimiento que tiene su raíz en el colonialismo, el racismo y otras formas de injusticia social en todo el mundo'.
Salcedo combinará la venta de Christie's entre el 23 de mayo y el 30 de junio con la exposición del Guggenheim, del 26 de junio al 12 de octubre.
En el museo tendrá para ella sola el cartel, pero en Christie's estará junto a otra veterana como Beatriz González, nombres más recientes como Mónika Bravo, que se ha encargado del pabellón de El Vaticano en la Biennale de Venecia, o Miler Lagos, que empieza a lanzar internacionalmente sus proyectos.
Maria Fernanda Cardoso, Antonio Caro, Rafael Gómezbarros, Óscar Muñoz y Luis Fernando Roldán completan la selección de artistas que se podrán comprar en la famosa casa de subastas, con su sede al lado del Rockefeller Center.
Para Birbragher-Rozencwaig, quizá lo más importante es que 'ninguno de estos artistas va en función del mercado. Es un arte serio, con el que han dedicado su obra a profundizar, a ahondar teórica y conceptualmente', concluye. Efe
Sobre Gomezbarros
Estudió Artes Plástica en la U. Jorge Tadeo Lozano. Sus proyectos revelan su inquietud en cierta manera a la situación política en Colombia, al tiempo que cuestiona la realidad en la tensión que hay entre lo individual y lo social, el deseo y la realidad, la identidad y el anonimato. Sus obras hacen referencia a la violencia como agente y sistema que, universalmente, coacciona en el tejido social.