Compartir:

La marcha fúnebre que fue encabezada por el ataúd donde iban los restos de 'El Flecha' recorrió las callejuelas por donde él, Gustavo Díaz Naar, caminó muchas veces al paso de su entrañable amigom escritor David Sánchez Juliao, el mismo que lo bautizó con ese remoquete y lo inmortalizó en las páginas de una de sus más insignes obras.

El sepelio del 'bacán', popularmente conocido como el filósofo de Lorica, fue como se esperaba: una multitud, el ambiente lúgubre que deja la partida de los buenos amigos y los discursos resaltando su legado informal, pero lleno de enseñanzas y con sabor a cultura costeña.

Las palabras de aprecio tuvieron resonancia en las paredes de la iglesia Santa Cruz a donde llevaron el cuerpo a eso de las 4:00 de la tarde de este martes, luego de ser velado en la funeraria Los Olivos. La noche del lunes la velación fue en la casa donde habitó los últimos años, ubicada en el sector Puerto Rico, del barrio Kennedy, al norte de Lorica.

No todo fue sombrío en el sepelio de Gustavo, el azul y rojo de la bandera del Junior, equipo al que el 'Bacán' le era fiel, iluminó el ataúd. Su sentimiento de afición a ese combinado lo acompañó hasta su viaje a la eternidad. ‘El Flecha’ murió a las 9:00 de la mañana del lunes a causa de afecciones respiratorias.

En Lorica todo el mundo lo conocía por su estilo dicharachero, pero quien entre palabras dichas al revés pronunciaba verdades que eran del agrado de más de uno.

Una opinión menor no merece lo que representaba Gustavo para la cultura costeña en la voz del locutor y su amigo Luis Mora Sánchez, quien evocando los momentos en que sostenía largas tertulias con 'El Flecha', armó un concepto no lejos del realismo mágico que este simbolizaba.

'Gustavo fue quien encarnó tantas cosas importantes para la historia cultural de Lorica. La jerga de aquí la estampó Gustavo en diferentes obras de los diferentes escritores de Córdoba y el mundo que se inspiraron en él para redactar cuentos y novelas. Gustavo fue quien le dio todas las facultades a esos escritores para que hicieran sus novelas y escribir sobre las historias de la sinuanidad'', dijo Mora.

El locutor igualmente tiene facultades para afirmar que 'El Bacán' tenía como costumbre caer y levantarse, 'siempre poniéndole el pecho a la adversidad, que dentro de su historia de vida era su compañera más fiel'.

'Gustavo no fue boxeador, pero la vida le dio muchos nocauts e inclusive él también le dio muchos golpes a la vida y al tiempo. De él resaltamos primero la faceta de estudios, pero después cuando quedó en el letargo se levantó como el ave fénix', relató.

Las frases 'célebres' pronunciadas por su característica voz y las despampanantes ocurrencias que hacían eco a orillas del río Sinú, a su paso por las murallas de Lorica, quedaron grabadas en audio y también en hojas de papel consignadas por la tinta de varios periodistas que asumieron la tarea de buscarlo y hacerle preguntas 'serias', porque a la menor caída del comunicador, el pintoresco personaje amenazaba con dejar a medias la entrevista.

Lo que más recuerdan los loriqueros de 'El Flecha' es que opinaba, con su estilo propio, sobre cualquier profesión, temática o acontecimiento. 'Sus juicios eran certeros, así los dijera al revés', sentenció uno de sus tantos conocidos.