El tríptico que el pintor Francis Bacon dedicó en 1969 a su amigo y famoso pintor Lucian Freud fue subastado ayer en Nueva York por 127 millones de dólares, batiendo así el récord en el precio de un cuadro del artista y convirtiéndose en uno de los diez cuadros más caros de la historia. En la sesión de otoño de arte contemporáneo y de posguerra de la casa de subastas Christie’s, celebrada en el Rockefeller Center de Manhattan.
Tres estudios de Lucien Freud superó los 86 millones de dólares que hasta ahora situaban la plusmarca para el pintor anglo-irlandés, y alcanzó un precio que, con impuestos, llega a los 142,4 millones de dólares.
Esta obra de Bacon (1909-1992), que tenía un precio de salida de 80 millones de dólares y había sido subida en el orden de subasta por la expectativa generada, superó los 120 millones de dólares por los que fue adquirido
El grito, de Edward Munch, que se vendió por 119,5 millones de dólares en 2012, y entró en la lista de los diez cuadros más caros jamás vendidos que preside Los jugadores de cartas, de Paul Cézanne. La obra ha pertenecido a dos reconocidas galerías y a colecciones privadas.