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Laceraciones, coloración amarilla y nado errático son algunas de las características que presentan los peces tipo bocachico y bagre en el río Cauca, dos ejemplares predilectos en la dieta de las comunidades ribereñas, que sufren alteraciones físicas y comportamentales por causa de la acumulación de mercurio, arsénico entre otros metales pesados altamente tóxicos.

La situación fue puesta en conocimiento luego de un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Córdoba, que permitió descubrir la acumulación de sustancias potencialmente tóxicas en los peces del río Cauca, que vierte sus aguas en el río Magdalena, y actualmente se filtra hasta la ciénaga de Ayapel, por causa del boquete de Cara ’e Gato, a la altura del municipio de San Jacinto del Cauca, Bolívar.

Si bien las muestras fueron tomadas en los ríos Cauca y Nechí, la situación contaminante también se presenta en otros afluentes de importancia como el río Atrato, el Magdalena, la Amazonía, el San Jorge e incluso en el río Sinú, quizás en este último con una menor incidencia.