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Anteriormente hablar de negocios, tráfico y comercialización en el sur de Córdoba era sinónimo de ilegalidad, de hoja de coca; sin embargo, actualmente esas palabras han adquirido un concepto más positivo para los habitantes de esta zona del departamento, quienes han decidido apostarle a la siembra del cacao como una manera de contribuir a la paz.

En el pasado la tierra solamente era sembrada de minas antipersonales, terror y casquillos de bala que sobraban de entre los persistentes enfrentamientos armados, pero actualmente los fértiles terrenos son abonados para la siembra del producto utilizado para la elaboración de uno de los más finos chocolates del mundo.

Aún persisten los temores y el accionar de grupos al margen de la ley que promueven la economía criminal de la hoja de coca como única forma de negocios, pero para unas 690 familias de los municipios de Tierralta y Valencia, subregión del Alto Sinú, esto es parte del pasado, pues le han apostado a la siembra y comercialización de la semilla del cacao.

'Dejar de sembrar coca para sembrar cacao fue la mejor decisión que tomaron muchas familias de los municipios de Tierralta y Valencia', así lo asegura Juan Pardo Jaramillo, representante legal de la asociación Activa G10, una asociación integrada por 10 organizaciones pequeñas que actualmente hacen parte del catálogo de Negocios Verdes de Colombia, que trabajan bajo el lema 'producir conservando y conservar produciendo'.