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A pocos días de haber iniciado las clases presenciales en Córdoba, se comenzaron a conocer las diversas dificultades que tienen que afrontar estudiantes, padres de familia y docentes para poder cumplir con el cronograma escolar.

El mal estado de la infraestructura, la falta de sillas, e incluso la falta de vías para llegar hasta los planteles educativos, se suman a la carencia de medidas de bioseguridad especialmente por fallas en el sistema de agua o de personal de aseo.