Las cuatro toneladas de jurel que entre el viernes y sábado pescaron en las playas de Moñitos, Córdoba, es una bendición para centenares de familias que durante más de seis meses pasaron física hambre por la pandemia del coronavirus.
Uno de los beneficiados de esa subienda es Edelberto Morelo, pescador de la zona, quien considera que este fenómeno natural es una 'bendición de Dios' para poder reactivar las ganancias de su oficio.
'Desde el viernes al amanecer comenzamos a notar la presencia del jurel, revisamos las redes y notamos que estaban cargadas', narra emocionado.
¡Entonces vino el júbilo! porque kilos y kilos de jurel habían caído en el gigantesco trasmallo ante el asombro de grupos de pescadores.
Una vez les retiraron los intestinos y las escamas, los pescados corrieron a los restaurantes y la plaza de mercado de Lorica y Montería a ofrecer el kilo entre 18.000 y 25.000 pesos.