Las finanzas del hospital San Jerónimo de Montería parecieran haberse desangrado tanto, que, el déficit de $ 50.000 millones de pesos que en julio de 2015 llevó a que fuera intervenido por la Superintendencia de Salud, hoy día, pese a que esa figura de ‘salvación’ desapareció, alcanzaría los $70.000 millones.
Las cuentas del desequilibrio financiero fueron reveladas por el director (e) del centro asistencial, Juan Carlos Cervantes, quien tomó posesión el pasado 5 de febrero, tras ser designado por la gobernadora (e), Sandra Devia Ruiz, para cumplir un auto de la Procuraduría que suspendió por tres meses a la gerente titular, Isaura Hernández.
Hernández fue ‘castigada’ por el despido masivo de más de 20 médicos en diciembre pasado para remplazarlos por igual número de galenos, sin medir las consecuencias de la Ley de Garantías, de cara a las elecciones a Congreso.
'Sobre el pasivo podríamos hablar de unos 70.000 millones de pesos, porque la cartera cada día es mayor, lo que estamos tratando es de regular el gasto, ser austeros al máximo, el tema es que la intervención tal como se planteó, no fue beneficiosa', advierte Cervantes, tras aclarar que no es una cartera depurada.
El funcionario cree que en un plazo considerable el hospital debe recuperarse, 'con el compromiso de usuarios, la EPS y administrativos' y agrega que de todo ese monto las EPS deberían al menos 50.000 millones de pesos, con las que se buscan acuerdos de pago efectivos que ayuden a la ‘de alta’ del centro hospitalario.
El hospital de Montería es uno de los de mayor importancia en el Caribe, porque presta sus servicios también a pacientes de Sucre, Bolívar, Bajo Cauca y Chocó.
El ‘desfile’ de gerentes
En julio de 2015 salió como gerente el médico Nelson Morales, por la crisis administra y la elevada cartera que volvió inviable al centro hospitalario, entonces la Supersalud nombra a su primer agente interventor, Juan Carlos Guardo, pero en diciembre de ese mismo año este fue remplazado por Luz Patricia Sánchez, y en agosto de 2016 asumió Inés Loaiza Guerra, hasta el 12 de noviembre, cuando la Gobernación –tras haber finalizado la intervención– nombró a la médico Isaura Hernández, suspendida por la Procuraduría el 3 de febrero pasado.
Sánchez, la segunda de las gerentes de ‘confianza’ de la Supersalud, fue capturada el 10 de mayo del año pasado en Bogotá, por un coletazo de la estrategia ‘Bolsillos de Cristal’ de la Fiscalía General de la Nación, que le imputó los cargos de peculado por apropiación en favor de terceros y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
La ex agente interventora del San Jerónimo fue beneficiada con pena no privativa de la libertad y la investigación en su contra se derivó –según la Fiscalía– de posibles irregularidades en la celebración de un contrato de dotación de equipos biomédicos, en el 2016, con una comercializadora nacional de suministros, por valor de 2.903 millones de pesos, lo que habría generado un sobrecosto de 1.058 millones de pesos.
La acción de la Fiscalía fue producto de una advertencia de la Contraloría de Córdoba que reveló luego de una auditoría, un total de 16 hallazgos durante la administración de Sánchez, 12 de los cuales tuvieron presunta connotación disciplinaria, 2 penales, uno sancionatorio y 6 con incidencias fiscales.
Sin ambulanias y tomógrafo
Las tres ambulancias que tiene el hospital San Jerónimo de Montería (de placas OQE 105, OQE 132 y OQE 170) siguen varadas, tal como lo denunció EL HERALDO el 5 de febrero pasado. Sin embargo, asegura el gerente (e) que los pacientes ya no son transportados en taxis como estaba ocurriendo, sino que se contrató por evento con una empresa de vehículos medicalizados.
'Suscribimos un contrato para el arreglo de las ambulancias del hospital, pero, a veces la tramitología hace que estos temas se retrasen. El contrato está en ejecución y pienso que la otra semana nos las deben entregar', precisó Cervantes.
El tomógrafo para resonancias magnéticas también permanece dañado, solo lo arregla una empresa en el país pero a la misma el hospital le adeudaba $ 25 millones desde hacía varios años, que, según el gerente actual fueron consignados para agilizar el arreglo, que vale otros $ 10 millones.
Lo bueno
El gerente encargado destaca que actualmente se está ejecutando una remodelación interna, a partir de un proyecto de $ 9.000 millones, asignado por la Gobernación, cuyo fin es mejorar algunas áreas como urgencias, cuidados intensivos, laboratorios, pasillos y posiblemente la cocina.
Asegura el funcionario que se están prestando todos los servicios en el hospital de Montería, excepto el de radiología, que es contratado de forma externa.
Por su parte, la gobernadora (e) Sandra Devia, precisa que el Plan de Gestión Integral de Riesgo (PGIR), del San Jerónimo, con base en la política pública de saneamiento fiscal que deben cumplir los hospitales, acaba de recibir buena calificación por el Minsalud.
'El Minsalud que ha dado un buen concepto, una buena opinión y ese plan ha implicado recortes tal como se está cumpliendo en el PGIR, tenemos entonces la expectativa de salvar el hospital', indicó Devia, tras aclarar que no es necesario hacer más despido de personal en el hospital de Montería.