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El sepelio del joven Ferney Padilla, uno de los hinchas de Junior que murió el lunes al caer de un camión cuando pretendía retornar de Barranquilla a Montería, se convirtió la tarde de este miércoles en una batalla campal en el cementerio del barrio P5, en el sur de la capital cordobesa.

Según las autoridades policiales, allegados al joven fueron sorprendidos en la entrada al camposanto por supuestos hinchas de Nacional, quienes arremetieron con palos, piedras y machetes.

En el choque resultó herido un joven identificado como Andrés Felipe Quintero, de 23 años. Trascendió que este recibió un impacto de bala, al parecer, de un policía que intentó dispersar la lucha entre ambos bandos.

La muerte de Padilla y González

Luis González y Ferney Padilla, ambos pertenecientes a la filial de Montería de la barra juniorista Frente Rojiblanco Sur (FRBS), murieron el lunes anterior en un accidente de tránsito.

Ambos viajaban de polizones colgados de una tractomula con destino a Montería.

Los hechos se presentaron aproximadamente a las 04:30 de la mañana a la altura del kilómetro 7 en la vía al aeropuerto, en el barrio El Libertador.

Al parecer, el conductor del vehículo en el que se transportaban realizó un giro en la carretera lo que desencadenó en que los aficionados perdieran el equilibrio.

Según informó uno de los líderes de la barra, los jóvenes habrían llegado durante la madrugada de este domingo a la capital del Atlántico para presenciar el primer partido de Junior en la Liga Águila ante Equidad, en un encuentro que finalizó 3-0 a favor del equipo Tiburón.

Así mismo, otros dos jóvenes que también se transportaban de la misma forma, entre los que se encuentra un menor de edad, resultaron heridos y se encuentran recuperándose en la Clínica Campbell de Malambo.

El FRBS publicó en sus redes sociales un mensaje en el que lamentó la muerte de los aficionados, envían un mensaje de condolencia a sus familiares e hicieron un llamado a sus integrantes a 'no más mulas'.

'Muchachos conciencia. Ver a Junior es algo lindo que nos llena el alma, pero las mulas no traen carnaval solo traen desgracias, muertes, funerales, y tristezas… En sus casas hay madres y padres que los esperan, no con estas tristes noticias', escribieron.