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Desde hacía varias semanas los hinchas del Junior que viajaron a Barranquilla para el partido que ese equipo tuvo con Equidad, la noche del domingo, habían realizado rifas para vender por las calles del sur de Montería y poder solventar los gastos mínimos de entrada al estadio y alimentación.

Así lo narró Freddy Padilla, padre de Ferney Padilla, uno de los dos jóvenes que murió en la madrugada de este lunes, al salirse de la tractomula donde viajaban de regreso a Montería como polizontes, hecho sucedido cerca del aeropuerto de la capital del Atlántico.

'Ellos rifaban pescados, gallinas, cualquier cosa que les permitiera tener algo de dinero y cumplir con el sueño de ver jugar a su equipo', narró Freddy, en la habitación donde recibe a los vecinos en el barrio Policarpa de Montería, donde vivía con su hijo.

Ferney parecía sentir más pasión por su Junior del alma que por el estudio. Apenas este año retomó la validación de su bachillerato sabatino. Cursaba segundo grado en la institución educativa Policarpa Salavarrieta, del mismo barrio donde esperan su cuerpo.

'Siempre les critiqué que viajaran así en las tractomulas, por el peligro que representa pero mi hijo no me hizo caso, incluso, esta vez no me avisó que viajaría a Barranquilla y cuando me enteré ya no pude hacerlo regresar', narra Freddy, visiblemente golpeado por la muerte repentina del mayor de sus tres hijos.

Ferney debía ubicar en Barranquilla a una pariente de su papá para descasar y quedarse en esa casa, en el barrio San José, hasta que él quisiera regresar a Montería, pero no de polizonte, sino como pasajero. Sin embargo, tampoco quiso hacerlo y regresó una vez terminó el partido.

'Los amigos cuentan que a Ferney le entró un desespero y se embarcó con los otros seis en la tractomula, con la tragedia que ya sabemos', contó el padre de Ferney.

En el barrio Policarpa le decían Messi, por la destreza con la que jugaba fútbol en canchas y campeonatos cercanos', indica Freddy.

Ferney llevaba alrededor de tres años de estar conformando la filial de Montería de la barra Frente Rojiblanco Sur (FRBS).

El padre de Ferney narró adolorido que no le permitiría más a su hijo viajar a otras ciudades en esas condiciones y denunció que en esas organizaciones les enseñan incluso como subirse a los camiones mientras estos avanzan.

Del otro joven muerto, Luis González, se ha logrado establecer poco. Algunas autoridades señalan que vive en la urbanización los Recuerdos, aunque hay quienes lo desmienten y aseguran que su lugar de residencia era el barrio Furatena.

Luis y Ferney participaban de las mismas rifas para conseguir recursos y seguir de cerca al equipo de fútbol por el que compartían la misma pasión.