El comandante de Policía del departamento de Córdoba, coronel Carlos Vargas Rodríguez, dice estar seguro de que entre las sabanas de Córdoba y Sucre, pero con mayor fuerza en el área de Colomboy, Sahagún, hay bandas dedicadas a la caza de animales silvestres para posteriormente comercializarlos.
'No me cabe la menor duda de que hay bandas dedicadas al tráfico de la fauna y flora en esa región. Lamentable que sean los propios nativos los que estén dedicados a liderar esas organizaciones que estarían explotando esos recursos, sacándolos, incluso, hacia mercados internacionales', indicó el oficial.
La reacción se deriva de la condena a cinco años de prisión contra quien es considerado el máximo traficante de osos perezosos en América, Isaac Bedoya Guevara, por parte de un juzgado de Sincelejo, durante la tarde del jueves. El hombre, natural precisamente de Colomboy, en tres décadas habría sacado de su hábitat a por lo menos 3 mil animales de esa especie, según los investigadores judiciales.
Bedoya fue acusado del delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales y la sentencia, proferida por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Sincelejo, deberá pagarla en la modalidad de prisión domiciliaria, en el barrio El Carmen, de la citada población cordobesa, a hora y media de Montería.
Sus ganancias en el negocio ilícito, según la investigación judicial, eran entre 80 mil y 100 mil pesos por cada oso.
Sostiene el coronel Vargas que se han hecho grandes esfuerzos para contrarrestar ese tipo de delitos, 'pero todavía nos falta hacer más.
Incluso, creo que el trabajo que aún nos está quedando corto es el de generar espacios de sensibilización con todos los cordobeses para que ayuden en ese propósito de preservar la fauna, flora y las especies protegidas en Córdoba'.
Indicó el oficial que la norma, para judicializar a ese tipo de personas, no es muy fuerte, 'porque se captura mucha gente y la mayoría queda en libertad'.
Dijo que en el caso de la condena, lo que se hizo fue asociar el hecho con el delito de concierto para delinquir, tras confirmar varios casos de comercialización de flora y fauna.
En Córdoba el oso perezoso está en vía de extinción, no solo por la caza y venta inescrupulosa, sino también porque han desaparecido los bosques secos que es su hábitat natural, que también es culpa del hombre, según lo comenta el director de gestión ambiental de la corporación autónoma CVS, Rafael Espinosa, quien es biólogo marino.