La crisis agropecuaria en Córdoba que se viene anunciando desde hace cerca de dos años, llegó ya la etapa de procesos jurídicos contra dos mil campesinos quebrados por las malas cosechas, la falta de alivios económicos y el aparente abandono estatal.
Esas mismas familias están a punto de perder sus parcelas y no les queda otra opción que salir de la zona rural a terminar la vida con el primer oficio que consigan en las ciudades, una vez los bancos terminen de rematarles las tierras.
El diagnóstico lo hizo ayer el coordinador del movimiento Por la Salvación Agropecuaria en Córdoba, Rosmi Rojas Luna, en el marco del Pacto Nacional Agrario, que tuvo lugar al mediodía en Corpoica, kilómetro 13 en la vía Montería – Cereté, presidido por el ministro de agricultura, Rubén Darío Rizarralde.
Entre algodoneros y maiceros hay en Córdoba cuatro mil productores quebrados, 500 arroceros en San Bernardo del Viento con la misma problemática, otra cifra significativa de plataneros y al menos 300 mil personas sin medio de sustento en la región de la Mojana que se la comparten Córdoba y Sucre, desde Ayapel. Actualmente en Córdoba hay sembradas 16 mil hectáreas de algodón, pero hace cinco años el área era de 32 mil, lo que denota la disminución progresiva, producto de la crisis económica.
La actual cosecha de algodón es parte de la esperanza de los campesinos de Córdoba para aminorar las deudas.
Así las cosas las hectáreas de maíz para la primera cosecha del 2014 serán aún más mínimas, toda vez que la industria se está llenando del grano importado. En Córdoba existen represadas cerca de 9 mil toneladas del cereal, en diferentes bodegas y fincas. Toda esa producción es de pequeños y medianos agricultores.
Rojas dijo que el panorama de los agricultores de este departamento es el mismo, sin que se conozcan anuncios esperanzadores, más bien, las mismas promesas de siempre por parte de lo que llamó un gobierno reeleccionista.
Lo más grave en el gremio sigue siendo el tema de la cartera tanto bancaria como no bancaria, de los agricultores de esta región, que suma 63 mil millones de pesos.
Criticó el vocero de los agricultores que justamente la semana anterior el proyecto de ley de reactivación agropecuaria, que precisamente buscaba la compra de la cartera, se hundió por falta de quórum en el Senado y falta de compromiso del ministerio de agricultura.
'Este es un show para engañarnos, reeleccionista, sin solución para los agricultores de Córdoba y tampoco de otras regiones del país. El panorama se sigue repitiendo de mentira en mentira', dijo el vocero de los productores.
Las cosechas de maíz podrían desaparecer de Córdoba.
El despertador de los campesinos. En medio de la problemática el despertador de los campesinos en Córdoba es por estos días el Banco Agrario que – según denuncias de los afectados – desde las 4:00 a.m. está llamando para cobrar y para intimidar con los procesos jurídicos y el remate de las pequeñas fincas.
El drama de los afectados. Deonil Luna, campesino de la vereda los Coco, Ciénaga de Oro, relata que no duerme porque no ha podido cumplir la prórroga del Banco Agrario, por dos años, para pagar una deuda de dos millones de pesos.
'Tenía a mi esposa enferma y no pude cumplir, entonces me llamaron a decirme que no me esperaban más', dijo el campesino, dueño de una parcela de diez hectáreas, patrimonio familiar que no quiere perder por una irrisoria deuda.
En una situación similar se encuentra William Chamorro, de la vereda la Posona, Cereté, quien relata controlando las lágrimas que de 25 hectáreas de maíz y algodón que sembraba, lo único que tiene actualmente son deudas acumuladas por 30 millones de pesos. Los ocho miembros de su familia no tienen cómo seguir sobreviviendo, frente al fracaso del agricultor.
'Tengo temor porque las cooperativas y los bancos no dejan de llamarme, incluso estoy en cobro jurídico y no tengo como responder. Al fiador me lo tienen acosado y este a su vez no deja de llamarme la atención', relató Chamorro.
Ludis Doria, campesina del corregimiento Manguelito, Cereté, relata que un crédito de tres millones de pesos, del Banco Agrario, que utilizó para sembrar dos hectáreas de algodón la tiene al borde de la locura, porque el rendimiento no fue el mejor y quedó con la deuda.
'Temo perder la casa que es lo único que tengo. La plata se quedó en la cooperativa', sostuvo la mujer.
La propuesta del ministro. El ministro de agricultura, Rubén Darío Lizarralde, reconoce que el país viene de dos épocas invernales graves y enfrenta actualmente una depresión de precios internacionales que también afecta al sector, sumado al daño que ha hecho el contrabando.
Dijo que precisamente el Pacto Nacional Agrario está recogiendo de todos los departamentos sus principales necesidades e intereses.
'Estamos trabajando para estructurar una nueva vida en el campo colombiano. Lo vamos a focalizar, tenemos ya determinado cuáles son las zonas que requieren más atención y nos vamos a poner a trabajar con los campesinos, empresarios, asociaciones y gobiernos, para que en un proceso de descentralización construyamos una nueva política agraria para el país, con nuevas opciones', sostuvo el ministro.
Lizarralde aseguró que no desaparecerán los campesinos y agricultores, porque el Gobierno los sacará de la situación dramática en la que se encuentran.
'Tenemos que ir más allá de los proyectos de condonación y refinanciación de deudas. No es suficiente para dinamizar la economía campesina de esta región y el país. El presupuesto del próximo año será la salvación porque el ministerio de agricultura dejó de ser la cenicienta. Estamos trabajando en la reconstrucción, en un plan especial para apoyar al campesino y exportar. Tenemos que generar riquezas, que los campesinos no sobrevivan en el campo sino que vivan con entusiasmo y con la satisfacción de generar para ellos y sus familias', precisó el ministro de agricultura.
Aseguró que los campesinos de Córdoba no van a perder sus parcelas, porque las medidas no son de mediano y largo plazo, sino inmediatas, a partir del 2014.
'Estoy absolutamente seguro que el proyecto que presentaremos será acompañado por todos los congresistas, porque se trata de un congreso con una mentalidad agropecuaria, que sabe que el desarrollo de este país depende del campo. Son medias estructuradas, los campesinos no van a perder sus tierras, porque allí sí habríamos perdido el año', precisó.