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La Clínica Portoazul Auna reafirma su compromiso con el bienestar de los pacientes diagnosticados con cáncer y sus familias al convertirse en la primera institución en Barranquilla en contar con una Escuela de Cuidadores. Bajo el lema “Escuela de Cuidadores, Cuidar es Amar”, este innovador espacio busca formar y brindar herramientas a quienes acompañan a los pacientes oncológicos en su proceso de tratamiento y recuperación.

“Si bien hemos centrado nuestros esfuerzos en la atención al paciente y la educación de la familia, nunca se había dado importancia al cuidador, que es una pieza fundamental en el proceso de sanación. Por eso decidimos crear un espacio para formarlos y darles las herramientas necesarias para que puedan ofrecer el mejor cuidado posible”, explica el Dr. Ubaldo Padilla, Director Médico de la Clínica Portoazul Auna.

La iniciativa ha tenido una acogida excepcional, con un creciente número de personas interesadas en capacitarse. “A veces las personas no tienen formación específica, pero tienen el deseo de aprender y hacer todo lo posible para ayudar. El éxito de este proyecto ha sido entender que el bienestar de un paciente no solo depende del tratamiento médico, sino también de cómo su entorno, especialmente sus cuidadores, puede apoyarlo”, añade el Dr. Padilla.

La detección temprana: clave en la lucha contra el cáncer infantil

Como parte de su compromiso con la concientización sobre el cáncer infantil, la Clínica Portoazul Auna desarrolla la campaña “Sonrisas que sanan: Transformando vidas con esperanza”, un esfuerzo dedicado a sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del diagnóstico temprano.

El cáncer infantil es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes cuando no se detecta a tiempo. La detección temprana es fundamental para mejorar el pronóstico de los pacientes y aumentar sus posibilidades de recuperación.

La Dra. Yathy Jiménez, Hemato-Oncóloga Pediatra de la clínica, señala: “La detección temprana del cáncer infantil es crucial porque aumenta las posibilidades de supervivencia, reduce el sufrimiento y permite un tratamiento más económico y menos intensivo”. Un diagnóstico precoz puede transformar el curso de la enfermedad, permitiendo que los niños respondan mejor a los tratamientos y mejorando su calidad de vida.

Es fundamental que los padres estén atentos a los síntomas que podrían indicar la presencia de cáncer en sus hijos. La Dra. Jiménez menciona varios signos clave: “Cansancio extremo, pérdida de apetito, mareos o dolor persistente, como el dolor óseo, son algunas de las señales que no deben pasarse por alto. También es importante vigilar manchas

blancas en los ojos, hinchazón en el cuerpo o fiebre inexplicable”. Otros síntomas incluyen sangrados, palidez o cambios en el comportamiento.

Avances en la detección del cáncer infantil

En los últimos años, los avances tecnológicos han permitido mejorar la detección del cáncer infantil. Pruebas como las biopsias líquidas han revolucionado el diagnóstico temprano de ciertos tipos de cáncer. “Estas pruebas permiten analizar fragmentos de material genético que los tumores liberan en la sangre y otros líquidos corporales, lo que facilita detectar el cáncer de manera más precisa y en etapas mucho más tempranas”, explica la Dra. Jiménez.

Gracias a estos avances, se ha logrado identificar con mayor eficiencia casos de meduloblastoma y sarcoma de Ewing, lo que ha abierto nuevas posibilidades de tratamiento y mejora en las perspectivas de los pacientes.

No obstante, el diagnóstico temprano sigue siendo un desafío, ya que los síntomas iniciales pueden confundirse con otras enfermedades más comunes. “El cáncer en niños a menudo no presenta síntomas claros o estos son tan sutiles que pueden confundirse con otras condiciones más frecuentes. Es fundamental que los médicos estén entrenados para identificar estas señales de alerta”, enfatiza la especialista.