La asociación Chocojagua, liderada por Yalexis Jiménez, es mucho más que un proyecto de chocolatería artesanal en La Jagua de Ibirico.
Desde su creación en 2019, Chocojagua se ha consolidado como un referente de emprendimiento social, impulsando la transformación y el desarrollo económico de mujeres en condición de vulnerabilidad. A través de su oferta de productos de cacao, en presentaciones de chocolate tradicional, amargo, gourmet y cremas de cacao, esta asociación brinda oportunidades laborales y fomenta la inclusión.
Para Yalexis la misión de Chocojagua es clara. “No solo se trata de ofrecer un producto de calidad, sino crear un espacio donde las mujeres se sientan empoderadas y capaces de superar las limitaciones que enfrentan en su vida cotidiana”; afirma.
El crecimiento y fortalecimiento de Chocojagua ha sido posible gracias al apoyo del Grupo Prodeco, que a través de su programa Cemprende ha proporcionado a la asociación recursos esenciales en infraestructura, publicidad y capacitación. Este respaldo les ha permitido expandir su mercado a ciudades como Valledupar, Bogotá, Ocaña y Soacha. “Prodeco ha sido un pilar clave; gracias a su acompañamiento hemos logrado aumentar nuestra visibilidad y mejorar en áreas estratégicas como el abastecimiento de insumos”, comparte Jiménez.
Para las asociadas, Chocojagua representa un espacio de desarrollo y esperanza. Magola Bermúdez, tesorera de la asociación, expresa: “Chocojagua es un sueño hecho realidad que me ha permitido avanzar junto a mi familia. Trabajamos con amor y dedicación”. Con una visión de expansión, estas mujeres sueñan con ver sus productos en el mercado global. “Queremos que el nombre de Chocojagua llegue a cada rincón del mundo”; comenta con entusiasmo.
El compromiso social de Chocojagua es tan profundo como su compromiso con la calidad. La asociación promueve la inclusión y el empoderamiento, ofreciendo empleo a mujeres cabeza de hogar, víctimas del conflicto armado y miembros de la comunidad LGBTIQ+. Este modelo empresarial no solo genera oportunidades, sino que también forma a sus integrantes en habilidades clave para su desarrollo profesional y personal, abriendo puertas hacia un futuro más inclusivo y prometedor.
Este éxito demuestra cómo el trabajo en equipo, la perseverancia y un enfoque claro en el desarrollo comunitario pueden cambiar vidas y crear nuevas oportunidades de desarrollo social.