El sector portuario de Barranquilla es una de las arterias vitales del comercio exterior colombiano que, no solo conecta al país con el mundo, sino que también simboliza el crecimiento, la innovación y el compromiso con el desarrollo sostenible.
Las cifras avalan el crecimiento portuario de la ciudad, puesto que durante el 2024 se han movilizado 12.200 millones de toneladas, lo que reafirma su posición como nodo estratégico para las exportaciones e importaciones. Barranquilla destaca, especialmente, en el manejo de carga general, liderando con el 27% del total nacional, y siendo el principal punto de salida para el coque colombiano, del cual exporta el 83%.
El puerto no solo es una infraestructura para el comercio, sino también un motor de desarrollo económico. Su operación genera aproximadamente 25.000 empleos directos e indirectos y contribuye con el 5,3% del PIB de la ciudad, consolidándose como un atractivo clave para la inversión extranjera.
El éxito del puerto es posible gracias al liderazgo de la Administración distrital, junto a empresas privadas y comunidades, representadas por la Dimar, el gremio portuario, Cormagdalena, entre otros.
Esta articulación ha permitido que en los últimos 23 meses se registre un canal de acceso de 10,2. “Esto, además de darnos estabilidad del canal navegable, recupera la confianza en el puerto de Barranquilla. Como primer resultado clave registramos el mejor mes en movimiento de carga, con 1.299.000 toneladas movilizadas en mayo, y cerraremos el año 2024 con cifras históricas. Cuando las condiciones de profundidad del canal están dadas, el sector portuario refleja resultados”, detalló el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char.
Impacto regional e internacional
El Puerto de Barranquilla no solo impulsa la economía local, sino que también conecta a Colombia con mercados internacionales.
Barranquilla cuenta, además, con una ubicación privilegiada en la desembocadura del río Magdalena, que conecta la costa atlántica con el interior del país, facilitando el acceso a mercados internos. Esto la convierte en una alternativa atractiva a otros puertos en el Caribe colombiano, como los de Cartagena y Santa Marta.
La transformación sostenible de las ciudades portuarias demanda un enfoque integral que combine desarrollo económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental. Los puertos, más allá de ser centros logísticos, se convierten en motores de desarrollo urbano inclusivo y diverso, ayudando a las ciudades a alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La actividad portuaria en Barranquilla se ha intensificado en los últimos años debido a la creciente actividad comercial en la región del Caribe colombiano y la inversión en infraestructura portuaria.
A mes de noviembre de 2024, la zona portuaria recibió 1.041 barcos. Este flujo constante de embarcaciones subraya la importancia del puerto como puerta de entrada para el acero, del cual maneja el 65% de las importaciones colombianas, y como salida estratégica para recursos como el coque.
Muelle 0 y los Avances de Coremar
En los últimos años se ha experimentado un notable crecimiento en la capacidad operativa. La inauguración del Muelle 0 del Puerto de Barranquilla marcó un hito al sumar una novena posición de atraque. Con una inversión de 10 millones de dólares y una capacidad de carga de 1,19 millones de toneladas anuales, este muelle es un referente en la exportación de coque. Diseñado con una longitud de 120 metros lineales permite operaciones simultáneas y aumenta la competitividad de Barranquilla en el Caribe.
“La construcción de un nuevo muelle, denominado ‘Muelle 0′, dedicado exclusivamente a la exportación de coque y la modernización de nuestras bodegas y patios, como Bodega 8, Bodega 9 y Patio 8, son claros ejemplos de cómo hemos ampliado nuestra capacidad operativa. Estas mejoras no solo optimizan nuestra eficiencia, sino que también consolidan al Puerto de Barranquilla como un motor clave para el desarrollo de la zona portuaria, permitiéndonos dar una respuesta más ágil a la creciente demanda del comercio internacional”, reiteró Andrés Osorio, presidente del Puerto de Barranquilla.
Por su parte, la Sociedad Portuaria de Palermo, del Grupo Coremar, amplió su infraestructura con la posición de atraque número 5, completando 1 kilómetro de línea de muelle. Esta obra no solo optimiza la recepción de buques de hasta 205 metros de eslora, sino que también mejora la eficiencia operativa con una capacidad portante de 8 toneladas por metro cuadrado. Además, Coremar ha añadido silos verticales con una capacidad de almacenamiento de 120.000 toneladas, fortaleciendo el manejo de granos y promoviendo el desarrollo agrícola del país.
Ricardo Román, gerente general de Palermo Sociedad Portuaria enfatizó que “estas obras reflejan nuestro compromiso con el desarrollo de la economía nacional”. En palabras de Román, “con la inauguración de la posición de atraque N°5 se completa 1 kilómetro de línea de muelle, la cual permitirá aumentar la capacidad para recibir buques de hasta 205 metros de eslora; además, cuenta con una capacidad portante de 8 toneladas por metro cuadrado que permite el tráfico de vehículos y carga pesada sobre la placa portuaria, mejorando la eficiencia operativa”.
Esta nueva placa portuaria permitió generar 200 empleos directos de mano de obra local, se encuentra dotada con un sistema de iluminación y un generador de respaldo que permite realizar operaciones 24/7. También se encuentra dotado de una red contra incendios y un sistema de cámaras que es controlado desde CCTV.
Innovación, sostenibilidad y trabajo con comunidades: pilares fundamentales
El Puerto de Barranquilla es pionero en ofrecer servicios especializados como su bodega refrigerada dentro del terminal, única en Colombia. Este servicio garantiza la calidad de productos perecederos, posicionando al puerto como un referente en el manejo de carga refrigerada.
La digitalización también juega un papel fundamental en las operaciones, con el objetivo de lograr un control y trazabilidad total en los procesos. Hoy, casi el 100% de las operaciones están digitalizadas, lo que no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también refuerza la capacidad para garantizar una gestión ágil y transparente.
Además, la sostenibilidad es un eje central en las operaciones. Las iniciativas incluyen la protección de manglares y del río Magdalena, así como proyectos de responsabilidad social que benefician a comunidades locales con capacitaciones, empleo y mejoras en infraestructura. Desde la entrega de equipos para pescadores artesanales hasta la instalación de redes contra incendios y sistemas de vigilancia avanzados, el puerto y sus aliados como Coremar se han esforzado por equilibrar el desarrollo económico con el bienestar social.
Por último, bajo el entendido de que cada proyecto prospera cuando se involucra la participación activa de la comunidad desde su concepción, desde el sector portuario son implementadas mesas de trabajo comunitarias desde las etapas iniciales de cada proyecto, donde se escuchan las necesidades y expectativas reales de los habitantes para responder a las verdaderas necesidades de quienes habitan la ciudad.