Desde la victoria electoral de Donald Trump hasta las políticas internas del gobierno colombiano y las altas tasas de interés, el impacto en la economía nacional es evidente. Analistas pronostican una posible estabilización en los próximos años si se logran implementar políticas fiscales y monetarias efectivas.
La moneda estadounidense continúa su ascenso frente al peso colombiano, alcanzando niveles históricos, con un máximo de $4.516 el 14 de noviembre de 2024. Este incremento refleja una serie de factores tanto externos como internos que están afectando la estabilidad del peso.
Por un lado, el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, con la victoria de Donald Trump, ha generado un impacto considerable en los mercados. La subida del dólar globalmente, que alcanzó un 2,72% en los días posteriores a su triunfo, ha sido atribuida a expectativas de políticas económicas proteccionistas y favorables a las grandes empresas. Según un análisis de Bloomberg Línea, los mercados han respondido favorablemente al posible endurecimiento de relaciones comerciales con China, lo que ha elevado la demanda de dólares, impactando a economías emergentes como la colombiana.
A nivel local, el aumento de la inflación en Colombia desde 2021 ha llevado a muchos colombianos a refugiarse en el dólar para proteger sus ahorros. Esta creciente demanda de la moneda estadounidense ha presionado aún más el precio del dólar, como indican los informes de Infobae - Colombia. Además, la situación política interna, particularmente las reformas propuestas por el presidente Gustavo Petro, ha generado incertidumbre entre los inversionistas, lo que contribuye a la volatilidad del peso colombiano.
Otro factor que ha agudizado la depreciación del peso es el aumento en las tasas de interés en Estados Unidos. Según el IMF Blog, la política monetaria de la Reserva Federal, sumada a la expectativa de mayores rendimientos en activos denominados en dólares, ha llevado a los inversionistas a retirar capitales de mercados emergentes, como el colombiano, para buscar refugio en activos más seguros.
Sin embargo, las proyecciones para el futuro del peso colombiano no son del todo negativas. Expertos financieros sugieren que el tipo de cambio podría estabilizarse hacia finales de 2024 en torno a los 4.081 pesos por dólar, siempre y cuando se implementen políticas fiscales y monetarias que generen confianza, tanto a nivel local como internacional. A pesar de la volatilidad actual, el Banco de la República de Colombia tiene expectativas optimistas para 2025, con una tendencia a la baja en el valor del dólar si se logran contener factores como la inflación y la deuda pública.
La situación no solo ha afectado a la moneda local, sino que también ha impactado el mercado de criptomonedas. Según Bloomberg, criptomonedas como Bitcoin han alcanzado máximos históricos, impulsadas por la volatilidad del mercado tradicional y la creciente adopción institucional. En Colombia, muchos ven en estas monedas digitales una alternativa para proteger sus ahorros ante la devaluación del peso, a pesar de los riesgos inherentes a su naturaleza especulativa.
En resumen, la subida del dólar en Colombia es un reflejo de una confluencia de factores globales, como la victoria de Trump y las altas tasas de interés en Estados Unidos, y de cuestiones internas, como la inflación y la incertidumbre política. Si bien las perspectivas para el peso son inciertas, las autoridades y analistas esperan que, con las políticas adecuadas, se logre una estabilización en los próximos años.