Eduardo Crissien Samper, destacado líder académico, social y político, dejó una huella indeleble en la educación y el desarrollo social del Caribe colombiano. Su compromiso con la causa educativa y su labor como senador de la República entre 1974 y 1978, así como representante a la Cámara de 1982 a 1986, marcan un legado que perdurará en la memoria colectiva.
Nacido el 7 de agosto de 1938 en Puerto Colombia, Crissien Samper fundó el colegio José Eusebio Caro en su juventud, con el apoyo del padre Matutis y el licenciado Ramón Renowitzky, junto con 100 compañeros del Barrio San Roque. Como arquitecto, egresado de la Universidad del Atlántico, se especializó en fundaciones y corporaciones sin ánimo de lucro, fundando varios colegios de interés social en el departamento del Atlántico y en Barranquilla.
Su lucha por el acceso a una educación de calidad fue fundamental para el crecimiento de los jóvenes de la región. Crissien Samper promovió la creación de centros de educación no formal y de institutos de capacitación laboral, y fue uno de los impulsores de la Universidad de la Costa, donde se materializó su sueño de ofrecer maestrías y doctorados a través de ciclos propedéuticos.
Durante el homenaje a su memoria, el rector de la Universidad de la Costa e hijo del fundador, Eduardo Crissien Borrero, expresó su agradecimiento por las condolencias. “Hoy él está allá en el cielo mirándolos, acompañado con Rubén, Ramiro, Rodrigo, de la familia y todas las personas que lo quisieron y estuvieron con él.
Quiero darle gracias a Dios por la vida de mi padre, darle gracias a Dios por este sueño que hemos construido juntos y decir una vez más: gracias papi, te amé mucho. Que sigas tu vida viéndonos desde arriba, y que sigas cumpliendo tus sueños desde el cielo.
Mi padre fue un joven soñador, un hombre que tuvo siempre una misión y un sueño de convertir a la Costa Atlántica en un eje de transformación a través de la formación de ciudadanos integrales. El joven basquetbolista, arquitecto, escritor, senador de la República, concejal de Barranquilla, representante a la Cámara, fundador de la Universidad más importante de la región Caribe.
Muchas personas ni siquiera llegan a imaginar alcanzar el número de sueños que él cumplió. Todo lo que se propuso lo consiguió. Hoy se despide de nosotros con esta universidad que fue su sueño, ubicada como la segunda mejor de Colombia y la primera de la región. Qué mejor homenaje que entregarle la CUC en la cúspide.
A mis hermanos les digo con gran orgullo que tuvimos un excelente padre”.
A Don Tito…
Por: Isabel Llerena Rangel
A orillas del mar Caribe, en el pueblo por donde ingresó el progreso de Barranquilla y el Atlántico, nace el 7 de agosto de 1938 Eduardo Crissien Samper, un soñador perseverante, aguerrido, gran y elocuente orador que contribuyó al crecimiento económico y social de la región que tanto amó, la costa caribe colombiana. Educador nato y hombre de palabra, desde pequeño empezó a sentar las bases de lo que iba a ser su vida adulta: la formación integral de hombres y mujeres capaces de transformar el mundo.
Crissien Samper dedicó gran parte de su vida a la política y la educación. Su legado incluye no solo su trabajo en el Congreso, sino también su influencia en el desarrollo educativo de la región. La Universidad de la Costa y la Corporación Universitaria Latinoamericana han sido pilares en la formación académica de muchos jóvenes en la Costa Atlántica. Se le recuerda como un visionario que contribuyó significativamente al progreso educativo y político de Barranquilla y la región. Su impacto perdura a través de las instituciones que ayudó a establecer y las generaciones de estudiantes que se han beneficiado de su visión y liderazgo. Gran deportista, promovió el deporte y lo consolidó como puente para la formación de jóvenes y niños.
Se graduó como arquitecto en la Universidad del Atlántico. Profesión que le dio las herramientas para no solo construir casas y edificios sostenibles sino también educación de calidad. Escritor nato, recursivo, romántico y enamorado de la vida. Gozaba de una picardía innata y dicharachera que se reflejó en los libros que publicó, entre los que se encuentran Amor, romanticismo y… sexo; ¡Carmen la bella, Carmen la hermosa!; El presidentico; Aladino y los TLC; 67 años de educación empírica: desde el primer día hasta la vejez; Los hijos de mis hijos: dejad que los nietos vengan a mí; Mamar gallo para vivir… ¡mamar gallo para morir!
El amor y el cariño hacia sus nietos fueron una gran inspiración para sus escritos. En sus libros, Crissien Samper plasmó lecciones de vida y sabiduría, dejando un legado espiritual y de humildad. El legado del viejo Tito, como cariñosamente lo llamaban, va más allá de sus logros profesionales. Fue un mentor generoso, siempre dispuesto a compartir su conocimiento y experiencia con las nuevas generaciones. Su compromiso con la educación y el desarrollo comunitario dejó una marca indeleble en todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Hoy recordamos a Eduardo Crissien Samper no solo por lo que hizo, sino por quién fue: un hombre íntegro, cuya vida fue un testimonio de amor, dedicación y servicio. Su memoria vivirá en los corazones de su familia, amigos y todos aquellos cuyas vidas tocó. Su legado perdurará por siempre.