Con el objetivo claro de prevenir y mitigar los riesgos por la presencia de aves y fauna silvestre, que pueden afectar las operaciones aéreas en los alrededores del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz que sirve a la ciudad de Barranquilla, el concesionario Grupo Aeroportuario del Caribe, elabora e implementa de manera permanente un Programa de Gestión de Riesgos para el Control del Peligro Aviario.
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El programa aprobado por la Autoridad Aeronáutica responde a la complejidad de las operaciones, aspectos naturales, condiciones ambientales y sanitarias alrededor del aeropuerto.
Soluciones
Una de las principales causas de riesgo por peligro aviario es la presencia y abundancia de fauna, debida entre otros, a la inadecuada disposición de residuos sólidos, el vertimiento de aguas servidas, la perdida de los hábitats naturales, el emplazamiento de actividades productivas incompatibles con la operación aeronáutica y el asentamiento humano en zonas de influencia próximas al aeródromo, sin la debida planeación urbanística y sin la adecuada infraestructura de servicios públicos.
En el Ernesto Cortissoz se realizan un promedio de (ciento diez) 110 operaciones aéreas diarias que requieren un servicio permanente y especializado de control de fauna (24/7), para cubrir la salida y/o llegada de las aeronaves de pasajeros, de carga y militares.
La estrategia implementa entre otras las siguientes acciones: ahuyentamiento de la fauna con variedad de técnicas que se implementan tanto en el día como en la noche, con un equipo compuesto por personal capacitado y entrenado de control de fauna dedicado exclusivamente al monitoreo, dispersión y el control de los riesgos, que opera de manera ininterrumpida.
De igual forma se cuenta con, procedimientos de dispersión coordinados con la Torre de Control para atender en tiempo real todo riesgo identificado antes de la operación de cada vuelo y durante los periodos de migración de las aves y para emitir alertas a las aerolíneas, comunicando cualquier situación de riesgo por fauna que pueda incidir en el desarrollo normal de la programación de los vuelos.
Otras acciones son: el control (rocería) permanente de la vegetación para de esta forma minimizar la alimentación y atracción de fauna; la fumigación para desestimular la palatabilidad de cualquier fuente de alimentación para la fauna, la celebración periódica de Comités Aeroportuarios con la participación de las aerolíneas, las autoridades y los entes territoriales con funciones de control, gestión y supervisión en áreas externas al aeropuerto, entre otras.
Las metas alcanzadas