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Si bien las carnes de res y de cerdo producidas en Estados Unidos son fruto de altos criterios de eficiencia, calidad y sostenibilidad integral, también son las preferidas en más de 130 países por otros atributos como sabor, textura, valor nutricional y buena relación costo-beneficio.

Estas características otorgan más ventajas al consumidor, al planeta y en general a toda la cadena productiva que sustenta estas fuentes de proteína y más nutrientes para la vida diaria.

Está demostrado que las dietas con un balance en proteínas no tienen efectos negativos en la salud, como daño renal o pérdida de la masa ósea. Es más, ayudan a perder y mantener un peso saludable, ganar masa muscular a cambio de grasa.

Esto, combinado con otros hábitos saludables complementarios como la actividad física, ayuda a obtener mejores resultados en cada entrenamiento.

Casi todos los nutrientes esenciales se encuentran en la carne (menos el magnesio), destacándose entre ellos proteínas, hierro, zinc y vitaminas del complejo B.

Más saludable y completo que la carne de res y cerdo, difícil de encontrar otro alimento.