La pandemia del covid-19 aceleró la transformación digital y muchos otros campos de la sociedad, lo que trajo múltiples retos y desafíos a nivel mundial. Esto ha llevado a las empresas a repensar el modo en el que deben dirigirse para una mejor implementación y adaptación.
En ese sentido, el área de gestión humana es la llamada a repensar, reconfigurar y recontextualizarlas diferentes organizaciones para la búsqueda de la protección y salud de la fuerza laboral, así como de la recuperación productiva de las empresas.
Ante la nueva realidad que vivimos, la gestión humana ha evolucionado a grandes pasos y actualmente se halla posesionada en las organizaciones por su estilo estratégico de trabajo, siendo factor fundamental para el éxito de las mismas.
Precisamente, del 7 al 9 de septiembre se llevará a cabo en el Hotel Dann Carlton de Barranquilla, el XXII Congreso Nacional de Gestión Humana, evento que lidera y organiza Acrip, Asociación Colombiana de Gestión Humana, seccional Atlántico.
El tema principal del congreso estará dirigido a reimaginar las organizaciones y el mundo del trabajo, en el que invitados nacionales e internacionales se adentrarán en las nuevas fronteras del desarrollo de personas en el mundo del trabajo de pos pandemia, al igual que frente a la disrupción tecnológica por inteligencia artificial.
También se abordarán otros ejes, como la reconfiguración y transformación de los modelos de entrenamiento y desarrollo de personas en el mundo del trabajo ante la obsolescencia acelerada de habilidades; las nuevas arquitecturas organizacionales en organizaciones fluidas y des-localizada, junto a la sostenibilidad en la gestión humana: retos de DEI (Diversidad, equidad e inclusión).
¿Cómo se puede reimaginar una organización?
En diálogo con EL HERALDO, Beatriz Ortega, presidente de Acrip Atlántico y Patricia Socarrás, directora de la misma entidad, coincidieron en que la pandemia fue una oportunidad de mejorar como comunidad.
'Siempre nos decían que las áreas de gestión humana para qué están. Estas tienen que ser agentes estratégicos dentro de las organizaciones. Cuando llegó la pandemia nos tocó reimaginarnos las organizaciones, nos tocó reinventarnos durante todo ese tiempo'.
Afirma Beatriz Ortega que este es el momento en que las áreas de talento humano y los líderes dijeron que sí son importantes en las organizaciones, las transversales en toda la organización, los puentes que unen toda la organización.
'Reimaginación, reinvento, virtualidad, inteligencia artificial. Llegó el momento no de decir ni de definir, sino de actuar, de enfrentarnos a la realidad. Esta es la realidad que hace 20añosveníamosdiciendo iba a pasar y ya está pasando', destacó Ortega.
Por su parte, Patricia Socarrás señaló que el evento, a pesar de ser de la comunidad de gestión humana, va dirigido también a líderes de diversas organizaciones.
'Es un congreso más que académico, de construcción de cosas que antes mirábamos como que el mundo laboral iba a cambiar y resulta que con la pandemia muchas cosas se dieron inmediatamente y ya hay que empezar a liderar, pero sin deshumanizar', aseguró.
Agregó Socarrás que una de las propuestas de Acrip es -y a la que dice quieren apostarle- es a que sean los líderes muy críticos. 'Sabemos que la tecnología y todos esos temas de transformación digital llegaron y toca adaptarse y que sean bienvenidos, pero necesitamos contarles que hay muchas formas de hacerlo; que las empresas y las personas se tienen que preparar y lo primero que hay que preparar son líderes porque nadie esperaba que esto viniera de la forma como llegó', sostuvo.
Finalmente, las directivas de Acrip Atlántico indicaron que desde gestión humana cuentan con las herramientas suficientes para apoyar a los líderes, por lo que tienen una gran responsabilidad en sus manos. 'Es lo que tenemos para entregarle hoy a la comunidad colombiana, para que la gente se siga sintiendo importante', concluyó.
El evento
El Congreso de gestión humana es el evento más importante relacionado al talento humano en Colombia y América Latina. En el espacio se propone sostener una conversación en comunidades de práctica, por lo menos tres meses después del evento. De allí deberá salir una agenda de incidencia y formación orientada por Acrip.