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De acuerdo con datos de la UNESCO, actualmente, la población mundial es de más de 7.000 millones de personas, y está previsto que alcance los 8.500 millones en 2030, 9.700 millones en 2050 y 11.200 millones en 2100. El planeta tierra cuenta con recursos naturales limitados, por lo que es prioritario y urgente que nosotros como individuos y sociedades aprendamos a vivir de manera sostenible.

Así lo explica Fernando Morón, director de planeación y responsabilidad social de la Universidad Simón Bolívar, señalando que ' tenemos la responsabilidad de tomar medidas, siendo conscientes de que nuestras acciones de hoy impactarán la vida de las generaciones futuras'.

Agrega que el cambio climático no es una hipótesis y las consecuencias en la región caribe, en Colombia y en el mundo son visibles. El objetivo primordial de la responsabilidad social es contribuir al desarrollo sostenible, las organizaciones, independientemente de su razón social o actividad económica, tienen el compromiso inaplazable de incluir en sus modelos de gestión, la responsabilidad social, como una línea de acción estratégica para gestionar los impactos que generan a las comunidades y a los ecosistemas con los que interactúan.

IMPACTO EN LA SOCIEDAD. La responsabilidad social facilita la generación de un equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social, la sostenibilidad ambiental y el aprovechamiento de los recursos naturales, por lo tanto aporta de manera directa al desarrollo sostenible, que busca satisfacer las necesidades actuales de la sociedad, sin comprometer las capacidades del planeta, para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras, afirma Morón.

Precisa que la creación de políticas públicas por parte de los Estados, que favorezcan la implementación de la Responsabilidad Social en las organizaciones, para gestionar los impactos derivados de sus actividades y aportar al desarrollo sostenible, con metas y mecanismos de seguimiento específicos, potenciarían su desarrollo.

CONEXIÓN ENTRE RSU Y RSE. A la pregunta sobre qué conexión que existe entre la responsabilidad social universitaria y la responsabilidad social empresarial, Morón responde: 'Las Instituciones de Educación Superior son organizaciones como todas las demás, las diferencia su razón social, que se desarrolla a través de las funciones sustantivas de Docencia, Investigación, y Extensión y proyección social, por tanto, partiendo de la definición de Responsabilidad Social Empresarial, que indica que es una estrategia de gerencia ética e inteligente de los impactos que genera la organización en su entorno humano, social y natural, de acuerdo con Valleys (2009) la Responsabilidad Social Universitaria es la gestión justa y sostenible de los impactos que genera una Institución de Educación sólo por existir, impactos que se derivan de las funciones sustantivas'.

De acuerdo con la propuesta de Vallaeys, son cuatro los impactos universitarios, en el marco de la responsabilidad social, el Educativo, que influye en la formación de los jóvenes y profesionales, su escala de valores, su manera de interpretar el mundo y de comportarse en él; el Cognitivo, que orienta la producción del conocimiento, influye en la definición de lo que se llama socialmente verdad, ciencia, racionalidad, legitimidad, enseñanza, etc; el Social, que tiene un peso social en tanto puede promover el progreso, crear capital social, vincular a los estudiantes con la realidad exterior, hacer accesible al conocimiento a todos; y el impacto organizacional, que se asocia a la vida de los diferentes estamentos que hacen parte de la comunidad educativa, el impacto ambiental, entre otros aspectos, puntualiza.

Por su parte, David Díaz, experto en gestión ambiental empresarial señala que la importancia de la RSE en las empresas es cada vez más reconocida a nivel mundial y de Colombia. Se fundamenta en las nuevas teoría de la firma que sostienen que no les basta a las empresas con crear valor económico sino que deberían contribuir a crear valor social.

'Si bien se acepta que el Estado es el principal proveedor de bienes públicos, se reconoce también que no todos los bienes que crean valor social pueden ser provistos por el Estado y el gobierno de turno y por ello las organizaciones empresariales están llamadas a identificar las fuentes de estos valores de importancia local y contribuir a proveerlos.

La RSE tuvo como antecedentes lejanos el altruismo esporádico de ricos hacia pobres, la caridad de las hermanitas religiosas y de las damas rosadas, y experiencias similares. La RSE contribuye con proyectos de desarrollo social y comunitario y sus estrategias deben orientarse a crear capital social y competencias emprendedoras.

Para potenciar su desarrollo se requiere que los gremios empresariales difundan las ventajas de la RSE con el concurso de las Universidades y ONG que trabajan seriamente en ese tema. Al Estado le toca estructurar incentivos (alivios) tributarios un tanto regresivos (en favor de medianas y pequeñas empresas) para que organicen este aspecto de la gestión.

La mayoría de casos exitosos en RSE involucran a las Universidades, especialmente las que trabajan el tema en docencia e investigación. No basta con que las empresas apropien recursos para atender parte de las necesidades sentidas de la población más vulnerable de manera eventual y sin coordinación con el Estado. Los mecanismos de coordinación, necesarios para que la RSE no se desperdicie en proyectos puntuales y sin posibilidades de continuación operativa en el tiempo, son bastante complejos y las empresas carecen del tiempo y dedicación necesarios para que la RSE funcione como parte de la estrategia. Las universidades que se han fortalecido en este conocimiento, constituyen un apoyo decisivo para la RSE de las empresas.