Compartir:

El primer chapuzón que se dio el turista Hugo Cardona en las aguas del mar Caribe en Cartagena, después de casi cinco meses de ver paredes y techos de cemento en su ciudad natal, fue providencial.

Sintió como si hubiera sido el primer hombre en probar las aguas marinas tras la creación de los océanos sobre la faz de tierra por parte de Dios. Ocurrió en Playa Azul, un balneario entre Cartagena y el corregimiento costero de La Boquilla, el primero autorizado para bañarse en el Distrito.

Con ello se completó el ciclo inicial de la apertura parcial de uno los sectores económicos más importantes de Cartagena, como el turismo, y uno de los más golpeados por la pandemia del coronavirus, que confinó a los habitantes del mundo entero a sus lugares de residencias. Nada más el gremio hotelero de Cartagena reportó pérdidas económicas, entre marzo y julio, por el orden de los $285 mil millones, en alojamiento. La ciudad también ha dejado de recibir, por lo menos, 11,6 millones de dólares ante la cancelación de buques cruceros.

Pero ahora empieza a brillar la luz de la esperanza. En el primer día de reapertura de Playa Azul, de los 94 módulos sociofamiliares habilitados en el horario de la mañana se tuvo una ocupación de 52; y en la tarde, de 83, según informó Jean Paul López, gerente de playas del Distrito. El funcionario calificó que 'excelente' esta respuesta del turismo.

Entre tanto, el recinto amurallado, una de las joyas históricas mejor conservadas de América, también empezó una revitalización que hoy contrasta con las escenas desoladas de los tiempos más complicados de la cuarentena, donde no se vía un alma rondando por estos lugares mágicos, llenos de historias de la época colonial.

En el aeropuerto internacional Rafael Núñez también volvieron a rugir los motores de los aviones. Se estima que hasta hace unas semanas, desde la reapertura de los vuelos nacionales e internacionales se han movilizado más de 34.000 pasajeros.

El director de la Corporación Turismo Cartagena de Indias, Irvin Pérez, dijo que desde cuando se dio la reapertura de la ciudad, el comportamiento en cada uno de los subsectores del turismo ha reflejado buenas cifras.

Agregó que la conectividad aérea era necesaria para impulsar todas las actividades económicas. 'A sol de hoy, las rutas domésticas han aumentado sus frecuencias y las rutas internacionales, siendo tres las que están funcionando, han reportado una buena ocupación', dijo.

De acuerdo a los primeros reportes, el 39% de los turistas que llega por vía aérea corresponde al mercado de Estados Unidos, seguido por los de Chile y México.

Sobre la ocupación hotelera, Pérez informó que se espera que esté entre el 12% y 13% en octubre y noviembre y que en diciembre llegue al 20% y 30%. En cuanto a las actividades relacionadas con la zona insular, desde el Muelle de la Bodeguita, único autorizado para el zarpe de embarcaciones, se reportó, para el primer mes de reapertura, la movilización de alrededor de unos 1.070 pasajeros.

'La operación actual del muelle es del 40%, lo cual es positivo teniendo en cuenta que apenas se está restableciendo la movilidad hacia el destino de las islas. En la primera fase del piloto náutico, vimos alrededor 212 pasajeros haciendo uso de las actividades permitidas, ya para la segunda quincena de septiembre el número aumentó a 854. Iniciamos octubre muy positivo, a solo dos días, la operación iba en un 23% más de lo que logramos movilizar en septiembre', agregó Pérez.

El Director de la Corporación Turismo dijo que ha sido bandera del Distrito y de todo el sector turístico generar un territorio adaptado con corredores seguros desde cada uno de los puntos de afluencia turística.

'Empezamos a formar a los diversos actores involucrados en la actividad turística, entre ellos más de 180 taxistas que operan en el aeropuerto, cumpliendo con protocolos de bioseguridad.

La hotelería también implementó medidas y protocolos de bioseguridad que le permiten atender y ofertar servicios de manera segura', añadió.

El gran reto son los espacios públicos en los que se desarrollan actividades turísticas. Pérez dijo que se trabaja de la mano de la oficina Asesora de Reactivación junto con Espacio Público, DATT, Secretaria de Planeación e Infraestructura en este sentido.

Cotelco, el gremio hotelero, aspira a reabrir sus 63 hoteles afiliados de aquí a final de año y con ello quedan disponibles 16.000 habitaciones. Sin contar las que ya también ha puesto en servicio la otra asociación hotelera como lo es Asotelca.

Igual, ya el Distrito autorizó la reapertura de 21 hoteles que operan en las zonas insulares de Cartagena. Mientras todo va tomando su rumbo, hay organizaciones como el Colectivo Somos Centro Histórico, que plantea un nuevo modelo de turismo que permita garantizar una adecuada relación con el patrimonio cultural.

Residentes de los barrios de Getsemaní, Centro y San Diego proponen un turismo comunitario, cultural y patrimonial, que permita diversificar y elevar la calidad de la oferta turística en este sector, 'y reemplazar el turismo de excesos nocturno que deteriora la imagen del patrimonio histórico e inmaterial de esta zona de la ciudad, con el agravante, que vulnera los derechos fundamentales de los residentes del sector', agregan.