El acontecimiento lo recordó Ana Jiménez de Rodríguez, hija de Luis Jiménez Jiménez, el dueño de aquel automotor, quien dijo que la emoción todavía embarga a su familia.
Jiménez comenta que el día de los festejos de apertura, el 6 de abril de 1974, el conductor del vehículo se fue desde bien temprano a la zona aledaña al puente para ser partícipe de este hecho histórico, aunque en realidad había salido con el pretexto de que lo llevaría a revisión.