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¿Quién fue el que impuso la idea de que el sexo femenino es débil, que debe estar sometido a las decisiones de los hombres y que no tiene voz o voto? Afortunadamente, para todos, con el paso del tiempo esta errónea concepción ha ido cambiando, aunque todavía falta mucho por recorrer.

En las organizaciones, por ejemplo, cada vez se le reconoce más a la mujer como igual al hombre, capaz de dirigir y de tomar decisiones importantes, porque se ha demostrado que cuando una mujer está a la cabeza de los equipos directivos, los resultados son más satisfactorios. Un estudio del investigador Jorge Moreno, vicerrector de Extensión de la Universidad de la Costa, precisamente verifica cómo la diversidad de género en la alta gerencia de las organizaciones impacta la rentabilidad de las empresas colombianas que cotizan en bolsa.

Para esta investigación (Gender diversity in the board, women's leadership and business performance, publicada en la revista Gender in Management: An International Journal) se tomó como referencia la información pública de la Superintendencia de Sociedades. 'De ahí obtuvimos todos los datos financieros de las organizaciones y de las páginas particulares, de cada una de las empresas, se tomó la información de los estatutos, de la junta directiva, cómo están compuestas y cómo son los equipos de alta dirección, para identificar cuántos eran mujeres y hombres en esos roles', explica Moreno.

En total se hizo un análisis de datos de panel de 54 empresas con información completa de 2008 a 2015, haciendo ejercicios con efectos fijos y aleatorios. El impacto se midió teniendo en cuenta dos indicadores de rentabilidad: la rentabilidad sobre activos (ROA) y la rentabilidad sobre capital (ROE). Se desarrollaron unos modelos y logramos identificar que había diversidad en el comportamiento de los resultados.

De acuerdo con el investigador, en la variable de rentabilidad sobre los activos hallaron que la participación de una mujer en la junta directiva tiene un impacto positivo cuando cumple la función como gerente de la empresa, es decir contribuye a mejorar este aspecto.

Así mismo, con respecto al ROE, también evidenciaron que cuando hay una mujer en la junta directiva se genera un impacto positivo sobre la rentabilidad de la empresa. 'Encontramos que la participación del sexo femenino en este tipo de cargos es baja con respecto a otros países. Hay unos como Noruega, por ejemplo, que exigen por ley que el 40% de la junta directiva sean mujeres', manifiesta Moreno.

El investigador señala que esto puede obedecer a algo llamado 'teoría de la masa crítica'. 'Esto quiere decir que si una persona da una información pasa desapercibida, si la dicen dos hace un poco de ruido, pero cuando ya son tres personas las que dan esa misma información, hay más credibilidad; es lo que pasa con la representación femenina'.

El auge de las campañas sobre la equidad de género motivó esta investigación, por ello Jorge Moreno, Esteban Lafuente y Yancy Vaillant se plantearon determinar cómo estaban compuestas, en un país teóricamente machista, las juntas directivas de las organizaciones y cómo impactaban este tipo de órganos.

'De la muestra, un 9% de mujeres participan en las juntas directivas. De esas, un 23% en el equipo de alta dirección y solo un 12.27% ejercen como gerentes de la empresa. Pudimos ver que los equipos conformados por alrededor de nueve miembros en promedio solo tienen una mujer', indica Moreno.

La mujer aún tiene un rol secundario en este tipo de sectores, pero sigue demostrando sus capacidades para abrirse paso. 'Definitivamente la diversidad de género en los altos mandos contribuye a buenos resultados en las empresas. Esta investigación, además de demostrarlo, permite crear políticas que promuevan la representación femenina en las juntas directivas'.