La integración de la población migrante es posible, beneficiosa y ante todo necesaria. La migración nutre a un país, se ha demostrado que si se gestiona adecuadamente genera crecimiento y desarrollo. Esta es entonces una invitación para que el nuevo gobierno siga apostándole a la integración, a seguir avanzando el camino que se ha empezado a recorrer en Colombia, y que demuestra que aunque sean grandes los retos, es posible transformar esta crisis en oportunidad, impactando positivamente el desarrollo social de los territorios.
Un ejemplo concreto actual, es el Proyecto Integra de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que invertirá 40 millones de dólares en Colombia para contribuir a la gestión de la migración venezolana fortaleciendo la gobernanza y el acceso a servicios, la generación de oportunidades económicas, y la lucha contra la xenofobia. Sin duda, la relación entre Colombia y Estados Unidos tiene un alto valor estratégico para ambos países, es fundamental que el próximo gobierno nacional mantenga las mejores relaciones y siga construyendo una política de relaciones internacionales provechosa para el país.
Hoy, como guías ecoturísticos, manifiestan su gran satisfacción con esta nueva labor y con la mejora de sus ingresos, así como de su calidad de vida. Una de las rutas por las que guían a los turistas es la Ruta de la Almeja, con el objetivo de generar conciencia sobre su conservación. John cuenta que antes veía a los funcionarios de PNN como sus enemigos, ahora como sus aliados. En la medida en que utilicemos sus servicios esta actividad se irá volviendo más próspera y por ende, más atractiva para que los pescadores, que aún ejercen presión sobre el parque, se sumen, lo cual sin duda contribuirá a su conservación.
Actualmente la comunidad internacional ha puesto los ojos en Colombia con motivo de la crisis migratoria, lo cual pone al empresariado frente a la oportunidad de movilizar importantes recursos para la integración de migrantes y a su vez de población vulnerable local. De la mano del sector público, el sector privado puede contribuir a hacer de la migración una oportunidad de desarrollo social para el país.