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Pablo César Peña, alcalde de Buenos Aires, Cauca, denunció que la Fuerza Pública tardó al menos cinco horas y media en llegar al municipio mientras 17 uniformados combatían solos contra las disidencias de Iván Mordisco.

El ataque guerrillero, atribuido al Frente Jaime Martínez del Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de las antiguas FARC y dirigido contra el puesto policial de esa localidad, comenzó en la mañana del martes y se prolongó durante varias horas, obligando a los habitantes de ese lugar a buscar refugio para ponerse a salvo.

“Fue terrible, terrible, terrible. Es algo que uno no quisiera en ninguna circunstancia volver a vivir ni que nadie viviera. Dolorosísimas, angustiantes, todos los sentimientos negativos que se pueda imaginar corren por el cuerpo, por la mente y por el corazón de una persona, registrando los hechos tan dolorosos que tuvimos el día de ayer”, explicó el mandatario local.

“Lo que es el centro administrativo de los pueblos, eso está completamente destruido, lo que implica el edificio de la Alcaldía, el de la Policía, la Casa de Justicia, las viviendas que estaban adyacentes”, agregó.

Renglón seguido, Peña denunció: “Espero que nos puedan explicar en detalle. En principio lo que se ha dicho es que las condiciones meteorológicas no permitían el alcance de las aeronaves y yo puedo reconocer que los pasos por carretera de manera vehicular estaban cerrados, se habían atravesado vehículos y había a lo largo de las vías explosivos, es decir, que había una situación ahí compleja, pero 5 horas es demasiado tiempo”.

Por su parte la Defensoría del Pueblo calificó en un comunicado como “crítica” la situación en Buenos Aires, donde los ataques “han puesto en riesgo extremo e inminente a la población civil”.

“La entidad tiene conocimiento de la instalación de artefactos explosivos improvisados y otros mecanismos de alto poder destructivo, tanto en vías de acceso al municipio —que estarían bloqueadas- como en distintos puntos del casco urbano, lo que aumenta significativamente el riesgo de detonaciones”, detalló la Defensoría.

Esa entidad agregó que “la manera indiscriminada” en la que el grupo guerrillero atacó Buenos Aires “podría causar daños graves a la vida y a la integridad física de las personas, así como afectaciones a bienes civiles.