Juan Miguel Huertas, general del Ejército, actual jefe del Comando de Personal, y Wilmer Mejía, alto funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), son los nombres que en la noche de este domingo 23 de noviembre empezaron a resonar en redes sociales por supuestos nexos con las disidencias de las Farc.
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De acuerdo a un informe presentado por Noticias Caracol, estos dos funcionarios aparecen en chats, correos, fotos, cartas y memorias digitales que muestran lo que sería una relación con varios jefes de disidencia.
Se trata del grupo armado dirigido por alias Calarcá, con quien estos funcionarios en mención sostuvieron reuniones y comunicaciones, según se relata en la investigación.
El informe señala que un miembro de dicha guerrilla explicó la relación de esa estructura con Huertas y Mejía. En las pruebas de las comunicaciones incluso se habla de una supuesta financiación de la campaña de Petro Presidente. Además, no menos grave, la Fiscalía General de la Nación tendría estas evidencias desde hace más de un año, sin que hasta el momento se abra alguna investigación.
El informe señala que todo el caso salió a la luz desde el episodio ocurrido el 23 de julio de 2024, cuando una caravana de siete jefes de las disidencias, que era custodiada por la Unidad Nacional de Protección (UNP) fue detenida en un retén militar en Anorí, Antioquia. En los vehículos blindados llevaban armas, dinero y un menor de edad.
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La Fiscalía ordenó liberar a la mayoría de capturados, pues en ese momento eran “gestores de paz” y no podían ser detenidos. En ese entonces fueron liberados alias Calarcá, su compañera Erika y los jefes alias Ramiro y Urias.
Fue en ese operativo en el cual se incautó material electrónico, como computadores y celulares, en los cuales, de acuerdo al informe, aparecen las conversaciones entre los jefes de esta disidencia y los funcionarios en mención.
Uno de los detalles en la nota que más impacta es un informe enviado ‘Calarcá’ por parte de un representante de las disidencias encargado para asistir a reuniones en Bogotá con el general Huertas. La carta, con fecha del 8 de febrero de 2024, describe que el militar, que en ese entonces era asesor de funcionarios del Ministerio de Defensa, de inteligencia militar y de la DNI, les propuso crear una empresa privada de seguridad para usarla como fachada.
El documento refleja que Huertas conseguiría los permisos, las armas y los blindados, a cambio de montar la empresa “mitad y mitad”. Esto con la idea de que si las negociaciones con el Gobierno fallaban, “quedaban como hombres legales”.
En el reporte también se habla de ofrecimientos para libre movilidad, protección en retenes y el uso de contactos en la Presidencia.




















