Compartir:

El presidente Gustavo Petro volvió a referirse al manejo de la seguridad en las zonas portuarias del país y la susceptibilidad que existe en los territorios como Barranquilla y Cartagena a la actividad ilícita desde los puertos, lo cual, según su exposición, incide en el aumento de la tasa de homicidios.

“¿Por qué crece la tasa de homicidios en un puerto como el de Barranquilla? Porque por ese puerto exportan cocaína, entran contrabando y armas. Y para hacer esa operación logística se necesitan bandas y las bandas empiezan a tener protección política”, manifestó el mandatario de los colombianos durante el Congreso Nacional de Municipios 2025, que se realizó esta semana en la ciudad de Cartagena.

En su discurso, Petro habló de cambiar el método de “vigilancia a los puertos y de administración de los puertos”, pero, luego, aclaró que la medida solo se inclinaría hacia el tema de la vigilancia, pues cabe reseñar que el Gobierno es el responsable de la seguridad y el control del contrabando en distintas terminales, con unidades de Policía expertas como Policía Fiscal Aduanera, la Dirección Antinarcóticos y la Dian, y que la operación logística de los puertos ya es resorte de compañías privadas que manejan concesiones con el Estado.

“La vigilancia de los puertos está en manos de la mafia. Las aduanas sobre los puertos pertenecen a narcotraficantes o a contrabandistas. La policía en los puertos la controla la mafia y la política local empieza a vivir de esas mafias, que luego se van trasladando a la Nación”, insistió.

Y continuó: “la Superintendencia de Transporte tiene que cambiar, no hace mayormente nada alrededor del control del paso de mercancías, y la manera como lo ha manejado el país, con Polfa (Policía Fiscal Aduanera) y con la Dian, me parece que ha fracasado, entonces tenemos que cambiar el método de vigilancia a los puertos…”, aseveró.

Problema identificado

Desde el inicio de su mandato, el jefe de Estado ya había tocado el tema del narcotráfico y la violencia en las zonas portuarias del país, pero su referencia se basó en aquel momento en el “fortalecimiento de la inteligencia” de las autoridades para combatir este fenómeno y el del narcotráfico.

“Hay regiones que están andando en un camino de violencia y ahí hay que focalizar una estrategia. Yo diría que en los puertos y no es de extrañar por qué Barranquilla, por qué Santa Marta, Cartagena, y en el Pacífico, por qué Buenaventura, y Tumaco, sabemos que son focos donde la violencia está creciendo y es porque son puertos. Es porque hay una actividad de uso de puertos para exportar cocaína y ahí las bandas de jóvenes barriales prestan servicios como cargar cierta noche droga para los barcos…”, expresó el mandatario, en una entrevista televisada en septiembre de 2022.

JEISSON_GUTIERREZ

Frente a esa estrategia, Petro añadió que se debía “combatir la corrupción” entre los funcionarios del Estado y eso lo hace es la “inteligencia del Estado”.

“Por qué se están usando los puertos para exportar cocaína, cómo se hace eso, no puede ser sin ayuda de gente del Estado; entonces, ahí donde la inteligencia tiene que actuar. Tú puedes militarizar toda la ciudad, con esas ideas que siempre han existido, y resulta que sigue saliendo cocaína por los puertos; entonces, la violencia sigue creciendo. La banda tal compite con la banda tal… compiten para hacerle el favor al narcotraficante por llevar (droga). Y eso qué hace, que alguien incumpla, que se quede con la plata y empieza la cadena homicidios”, expuso Petro en su momento.

No obstante, aquella disposición de fortalecer la inteligencia y la operación de la vigilancia en los puertos y en ciudades portuarias hoy estaría en riesgo por los pocos aportes de recursos a la Policía Nacional, los cuales vienen en picada en los últimos dos años.

Un reciente informe de la Revista Semana indicó que el gobierno Petro en 2023 destinó para operaciones de la Policía 35.035 millones de pesos; en 2024 fueron 32.000 millones de pesos y en 2025 el monto llega a los 18.000 millones de pesos.

Eso reflejaría que los grupos armados ilegales y el nivel de violencia se han incrementado considerablemente en los municipios, según la publicación.

Vigilancia local

La Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla es la propietaria de la terminal fluvial Puerto de Barranquilla y desde allí es claro que, tal y como sucede en el resto de terminales del país, escáneres, la vigilancia, los controles y registros que tienen los puertos no los manejan los operarios del Puerto sino la Policía Nacional.

Y en esa línea, de acuerdo con expertos en el tema portuario consultados por este medio, el reto está en “fortalecer la vigilancia en la contaminación de la carga” y esa obligación está en cabeza del Estado.

Entre los consultados explican que la inspección de policías antinarcóticos en puertos es un proceso complejo que involucra la selección de cargas, la inspección física y otros desgastantes procedimientos en los que, algunas veces, existen fallas. En tal sentido, se deberían fortalecer el pie de fuerza y las herramientas tecnológicas para “reducir la contaminación”. Aunque reconocen que siempre va a existir una forma de permear la carga.

En el plano local operaciones policiales han conseguido la desarticulación de estructuras criminales y grandes decomisos de droga. La incautación más reciente no sucedió en el Puerto de Barranquilla sino en el de Santa Marta, en donde la Dirección Antinarcóticos descubrió dentro de un contenedor que estaba listo para zarpar a Polonia una tonelada de cocaína que estaba mezclada con las especias curry y cúrcuma.

Según la autoridad, la forma de permeado de la carga era tan sofisticada o bien mezclada entre los condimentos que se hallaron 621,807 kilos de clorhidrato de cocaína en el curry y 423,624 kg de clorhidrato de cocaína en la cúrcuma, para un total de 1.045,43 kilogramos de clorhidrato de cocaína, “afectando así las rentas criminales en más de 48 millones de euros y se evitó la comercialización en más de 2.6 millones dosis”.

“La Dirección de Antinarcóticos reafirma su compromiso con la seguridad nacional e internacional, trabajando continuamente para combatir el crimen organizado en todos los niveles, logrando así en lo corrido del año la incautación de 152 toneladas de clorhidrato cocaína”, declaró el brigadier general Ricardo Sánchez Silvestre, director de Antinarcóticos.

No solo el narcotráfico

Los investigadores académicos Luis Fernando Trejos Rosero y Reynell Badillo Sarmiento, sostienen que existen otras explicaciones al aumento de asesinatos en ciudades como Barranquilla y Cartagena, y son los delitos como la extorsión, el microtráfico, los préstamos gota a gota y el robo de tierras. Aseguran que en el Área Metropolitana de Barranquilla (Costeños y Pepes), están en guerra por las economías ilegales antes referenciadas y que el vínculo con los puertos de la ciudad no es tan estrecho.

“No vamos a negar lo evidente: por Barranquilla se mueve gran parte del clorhidrato de cocaína que sale por el norte del país. Pero en Barranquilla, una de las rentas que más sostiene a los grupos armados es el microtráfico. Las ganancias del microtráfico pueden ser de hasta 114.000 millones de pesos al año para todos los que participan... Dicho esto, no es sorprendente que muchas de las guerras criminales que se libran en la ciudad sean por perseguir las rentas del microtráfico”, aseguran.

Además del microtráfico, según los expertos, las organizaciones criminales que operan en este territorio son también las principales responsables de la extorsión en la ciudad y eso suma gran cantidad de asesinatos. Solo el año anterior ocho comerciantes y personal vinculado al comercio fueron acribillados en medio de casos extorsivos.

Y una tercera renta que sostiene a estos grupos armados en el departamento es el robo o despojo de tierras. “A pesar de que este es un delito del que poco se habla en los medios, estimamos que representa un método muy efectivo tanto para lavar dineros provenientes de otras rentas, como para incrementar el capital económico de los miembros de estos grupos criminales. En 2023, la Fiscalía incautó propiedades de Los Costeños que estaban avaluadas en 115.000 millones de pesos. Si suponemos que una parte de esas propiedades fueron despojadas, entonces es lógico pensar que esta es una fuente importante de riqueza para la organización. Además, lograr el despojo implica que hay una estructura de agentes locales como notarios, registradores de instrumentos públicos e inspectores de policía aliados con el grupo armado”.

Finalmente los académicos concluyen que el crimen en la ciudad está compuesto por una compleja red de participantes, así que al atacar solo a algunos se corre el riesgo de, indirectamente, fortalecer a otros. “Ojalá el reconocimiento del narcotráfico en la ciudad sea un punto de partida para una política de seguridad que niegue menos, reconozca más y actúe con un diagnóstico más efectivo de la ilegalidad”, finalizan.