La ministra de Justicia, Angela María Buitrago, será la canciller ‘ad hoc’ en el proceso disciplinario que se le sigue en el Ministerio de Relaciones Exteriores al ex embajador en Venezuela y en la FAO, Armando Benedetti, hoy ministro del Interior.
Esto luego de que la canciller Laura Sarabia se hubiese declarado impedida para conocer este expediente debido a que fue cercana al exdiplomático y exsenador en el Congreso de la República.
El presidente Gustavo Petro firmó el decreto que designa a Buitrago para llevar la segunda instancia del proceso disciplinario interno contra Benedetti.
“El consejo de ministros en sesión del 10 de marzo de 2025, con fundamento en el principio de verdad sabida y buena fe guardada consagrado en el artículo 8 de la Ley 63 de 1923, aceptó el impedimento manifestado por la señora ministra de Relaciones Exteriores, doctora Laura Camila Sarabia Torres para conocer, en su condición de ministra, la segunda instancia del proceso disciplinario de control interno contra el doctor Armando Alberto Benedetti Villaneda”, se lee en la norma presidencial.
“Se estima pertinente nombrar a la doctora Ángela María Buitrago Ruiz, actual ministra de Justicia y del Derecho, como ministra de Relaciones Exteriores ‘ad hoc’ para el tema específico del trámite de la segunda instancia del proceso disciplinario de control interno contra el doctor Armando Alberto Benedetti”, agrega el decreto.
El proceso que abrió el año pasado la Cancillería, y que comporta sanciones que van desde la amonestación escrita hasta la suspensión, destitución e inhabilidad general de hasta 20 años, es por los señalamientos en contra del hoy jefe de la cartera política por presuntos hechos de violencia de género en contra de su esposa, Adelina Guerrero, en junio de 2024, cuando era embajador ante la FAO.
Según las autoridades españolas, Benedetti habría supuestamente agredido verbalmente y amenazado con un cuchillo a su esposa. Sin embargo, meses después, Guerrero negó los hechos: “La historia que llevan meses difundiendo con claros intereses políticos no corresponde a la realidad. Yo no fui amenazada con un arma blanca, ni me golpearon. La carroñería mediática no ha hecho sino violentar mi intimidad y el bienestar emocional de mi familia”.