La madrugada del lunes 10 de marzo se vio empañada por la tragedia en el barrio Mejoras Públicas de Bucaramanga. José Alfredo Cortés Castrillón, un comerciante de licores y expolicía retirado, fue asesinado en un intento por proteger a uno de sus clientes de un atraco. El episodio, captado por cámaras de seguridad, ha generado indignación y consternación entre la comunidad.
(Le puede interesar: No hubo acuerdo para votar la escisión del Partido Alianza Verde)
Todo comenzó a las 12:34 a.m., cuando un hombre en motocicleta llegó a la esquina de la calle 35 con carrera 32, donde se ubica la licorera ‘El Gato’, propiedad de Cortés Castrillón.
De acuerdo con lo que se aprecia en el metraje, el sujeto, que vestía bermuda de jean, chaqueta azul y gorra celeste, se bajó del vehículo en el que llegó y llamó a un cliente que vestía una camisa de flores y pantalón negro. Ambos caminaron algunos metros alejándose del local, enfrascados en una conversación que se prolongó varios minutos.
(Vea aquí: Capturan a 15 miembros del Tren de Aragua en Bogotá)
Las autoridades indicaron que la charla giraba en torno a una deuda económica. El recién llegado sería un cobrador ‘gota a gota’, un prestamista informal conocido por el uso de métodos agresivos para exigir pagos. El diálogo subió de tono con el paso de los minutos y, finalmente, se tornó en una fuerte discusión.
Las cámaras captaron cómo el cobrador y su presunto deudor se desplazaban cerca de la licorera. Mientras tanto, otro cliente, que vestía una camiseta blanca, conversaba con el comerciante.
(Lea también: Proceso contra Petro: CNE dicta auto de pruebas en la investigación por presunta financiación irregular)
La tensión aumentó cuando, a las 12:38 a.m., el prestamista regresó con un casco puesto y volvió a increpar al deudor. La discusión pasó de palabras a amenazas, hasta que, en un giro violento, el cobrador sacó un arma de fuego.
El cliente, visiblemente intimidado, se acercó a las rejas del negocio, donde el agresor le exigió su celular como pago de la deuda. Fue en ese momento cuando José Alfredo Cortés Castrillón, al notar la escena, decidió intervenir.
(Le sugerimos: Denuncian a Armando Benedetti y a Adelina Covo por presunto tráfico de influencias)
Con determinación, el comerciante tomó su propia arma y se asomó entre las rejas con la intención de defender al hombre amenazado. Sin embargo, el delincuente fue más rápido y, sin dudarlo, disparó primero.
El proyectil impactó en la cabeza de Cortés Castrillón, quien cayó de inmediato dentro de su establecimiento. El agresor huyó corriendo, subió a su motocicleta y desapareció. Mientras tanto, el supuesto deudor, lejos de verse afectado, guardó su celular y se alejó del lugar.
(Aquí también: Fecode exige al Gobierno una investigación sobre irregularidades en el nuevo modelo de salud para maestros)
El estruendo del disparo alarmó a los vecinos y testigos, quienes dieron aviso a las autoridades. Minutos después, agentes de la Policía Metropolitana de Bucaramanga (Mebuc) y paramédicos llegaron al sitio. Con urgencia, trasladaron al comerciante al Hospital Universitario de Santander, donde fue sometido a una cirugía en un intento desesperado por salvarle la vida.
Lamentablemente, a las 4:30 a.m., José Alfredo falleció debido a la gravedad de la herida.
Investigan asesinato de comerciante en Bucaramanga
Inicialmente, el crimen se manejó como un posible intento de hurto, pero las investigaciones descartaron esta hipótesis. Según el coronel Savin Andrade, subcomandante de la Mebuc, la riña por la deuda fue el detonante del fatal desenlace.
“Se encontraban unas personas discutiendo frente al establecimiento por una deuda. La víctima interviene con un arma de fuego en la discusión y es impactado por una de las personas involucradas”, explicó el oficial.
(No deje de leer: Day Vásquez confirmó reunión entre Reyes y Nicolás Petro: “No fue para pedir puestos”)
Ahora, los investigadores trabajan en la identificación del homicida, utilizando las grabaciones de seguridad y los relatos de testigos para dar con su paradero.
José Alfredo Cortés Castrillón era un hombre conocido en la comunidad. Su trayectoria como expolicía y comerciante le había valido el respeto de muchos. Para quienes lo conocían, su valentía y disposición para ayudar a los demás eran rasgos característicos de su personalidad.
(Debe ver: Germán Vargas Lleras lamenta muerte de dos de sus escoltas: “Todo esto se habría podido evitar”)
“Gatico era un ser humano excepcional, servidor de la patria y a la comunidad. Tantos años trabajando en esa esquina y nunca se metió con nadie”, comentó un allegado.