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La Procuraduría General de la Nación informó este viernes 13 de diciembre que sancionó a cuatro funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario por estar involucrados con la fuga de Aida Merlano Robledo el 1 de octubre del 2019.

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El ente de control sancionó con destitución e inhabilidad general por 8 años a la exsubdirectora del penitenciario El Buen Pastor, Katherine Lozano Forero.

Además, fueron sancionados por 8 años el comandante de Custodia y Vigilancia, David Alexander Álvarez Cárdenas; a la teniente en prisiones, Diana Cecilia Muñoz Miguez; y al dragoneante, Luis Alejandro Ballesteros Rincón, con suspensión de 3 meses.

La PGN señaló que determinó que Lozano Forero, mientras fungía como directora encargada, “aprobó los documentos judiciales para el traslado de la condenada a un consultorio médico en las fechas de 26 de septiembre y 01 de octubre de 2019″.

Además, comprobó que el comandante Álvarez Cárdenas, mientras se encontraba en su periodo de vacaciones, suscribió la remisión médica de la privada de la libertad al centro odontológico “Clínica de la Sabana” en Bogotá; “sin las medidas de seguridad necesarias para realizar los respectivos movimientos”.

Por su parte, Muñoz Miguez fue sancionado porque entregó las boletas hospitalarias y la orden judicial para la salida del centro de reclusión de Merlano Robledo, con el objeto de la realización de un procedimiento estético dental.

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Mientras tanto, según indica la Procuraduría, Ballesteros Rincón permitió que la procesada tuviera interacción con sus hijos Aida Victoria y Esteban, mientras su permanencia en el centro hospitalario; “lo que llevo consecuentemente a huir del lugar”.

“La entidad sostuvo en su decisión que los disciplinados vulneraron los principios de moralidad, responsabilidad, transparencia y eficacia que está establecido en la ley para cumplimiento de los servidores públicos”, se lee en el comunicado de la Procuraduría.

Las faltas del comandante y de la teniente fueron calificadas como gravísima, a título de dolo; la de la subdirectora como gravísima, a título de culpa gravísima; y la del dragoneante como grave, a título de culpa.