Denuncias conocidas por este diario dan cuenta de que las aguas del río Micay están siendo envenenadas por estructura ‘Carlos Patiño’ de las disidencias de las FARC.
Según las fuentes, las autoridades tienen documentado varios puntos sobre el río Micay, en el departamento del Cauca, en donde miembros de este grupo criminal estarían adelantando labores de explotación ilícita de yacimientos mineros.
Esto a pocos kilómetros de Cali, donde se adelanta la COP16, con la presencia del presidente Gustavo Petro.
La fuerza pública tiene referenciadas las zonas en donde, en el Cañón del Micay, se viene realizando el grave daño ambiental a esta importante fuente hídrica de la que se surten varias comunidades como lo son San Juan de Mechengue, El Plateado, La Emboscada, La Honduras entre otras, indica el reporte.
Al parecer, estarían empleando de manera indiscriminada y sin ningún control ni conciencia de cuidado maquinaria amarilla, dragones, motores, así como químicos como mercurio y cianuro, altamente tóxicos y perjudiciales para la vida humana.
Las fotografías y videos captados por la fuerza publica reflejan el crimen ambiental y silencioso que se ha extendido más allá del cauce del río Micay, se lee.
Agregan las fuentes que la maquinaria amarilla ha desviado el cause natural del río y han convertido el agua cristalina y fluida en una sustancia oscura y estancada que aniquila la vida animal y vegetal en ella.
Así mismo, en varias zonas ya se han formado “piscinas” en donde el agua ha tomado colores extraños, evidenciando el uso y empleo de químicos en esta región entre los municipios de Argelia, El Tambo y López de Micay, en la que habitan más de 16 mil personas, añade la denuncia.
Y este grupo criminal estaría constriñendo a las comunidades para que mediante protestas exijan la salida de la fuerza pública y la no militarización del territorio. Así mismo, estarían ubicando maquinaria sobre las carreteras cercanas al cauce del río para darle una apariencia de legalidad, y argumentar que están realizando tareas de mantenimiento y trabajo sobre la vía. Pero como ya se ha visto en varios videos y fotografías, estas son empleadas para afectar y depredar las fuentes hídricas y las zonas verdes con las que cuenta esta zona.
“El daño generado por esta práctica criminal en contra del medio ambiente, la vida silvestre y humana se estima en más de 100 hectáreas a lo largo del cauce del río Micay, una grave afectación que difícilmente pueda ser reparada en el corto tiempo. Igualmente este grupo ilegal estaría obteniendo mensualmente entre 8 y diez mil gramos de oro, lo que le estaría generando ganancias criminales de por lo menos 7.000 millones de pesos”, indica la denuncia.