El sacerdote jesuita Francisco de Roux, expresidente de la Comisión de la Verdad de Colombia, pidió perdón este jueves a las a las víctimas de abusos sexuales por parte de un miembro de la Compañía de Jesús y aseguró que “hoy en día” hubiese llevado a la Fiscalía el caso del que se le acusa de haber encubierto en 2014.
“Si me preguntan hoy, en 2024, qué haría yo hoy, repetiría el proceso canónico, porque es muy riguroso, pero una vez establecido el final, el culpable y las pruebas acumuladas, hoy presentaría el caso ante la Fiscalía para poner las cosas en manos de la justicia civil”, expresó en una rueda de prensa en Bogotá.
De Roux fue denunciado penalmente por el supuesto encubrimiento al fallecido padre Darío Chavarriaga, acusado de abusar sexualmente de un joven y de sus siete hermanas en la década del 70.
El viernes pasado, un hombre identificado como Fernando Llano Narváez denunció en una conferencia en la Universidad Javeriana que él y sus hermanas fueron abusados sexualmente por Chavarriaga en 1976, cuando estudiaba en el Colegio Mayor de San Bartolomé de Bogotá, perteneciente a la comunidad jesuita.
“No se hizo lo suficiente”
De Roux aseguró hoy que si hubiera aplicado el Derecho Canónico como lo hicieron los jesuitas en aquella época, “no se hubiera llegado al horror de la violación de centenares de niños por parte de sacerdotes”.
“Quiero pedir perdón a las víctimas por las cosas que hemos hecho como jesuitas, porque si bien no soy yo subjetivamente quien lo hizo, hay una responsabilidad objetiva”, agregó De Roux, quien opinó que “nunca se hizo lo suficiente” por parte de el Gobierno, las instituciones y la iglesia.
Por otro lado, aseguró que cuando consultó a los abogados qué hacer con el caso, estos le respondieron que, por tiempo, “ya había prescrito”, razón por la que no llevó el caso a la Fiscalía.
Aclaró que 2014 el papa Francisco aún no había eliminado la confidencialidad del Derecho Canónico, el llamado secreto pontificio, que “protegía el sistema del silencio” y no llevaba muchos de los casos a la justicia civil.
De Roux explicó también que presentó un derecho de petición a la Fiscalía porque se enteró de la demanda contra él a través de los medios, y quiere saber “realmente qué es lo que hay en la Fiscalía” para presentarse “inmediatamente”.
Procedimiento canónico
“Se ha dicho que soy un encubridor y quiero compartir los pasos que dí, uno a uno en este procedimiento”, expresó el sacerdote, y contó cómo transcurrió su actuación cronológicamente desde la demanda de Llano y sus hermanas en 2014 hasta el cese del sacerdote que abusó sexualmente de ellos.
Según De Roux, tras escuchar el testimonio de los hermanos sobre los hechos ocurridos entre 1975 y 1979, y el deseo de las víctimas de que el caso “no quedara impune y llegue a los tribunales para obtener justicia y reparación”, se comunicó con el sacerdote responsable de los crímenes, quien aceptó su culpa.
A los dos días cesó a Chavarriaga, que entonces tenía 75 años, de su cargo como decano en la Universidad Javeriana y lo destinó a “la enfermería donde están los jesuitas terminales, para que se quedara recluido allí”.