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El Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, presentó en la mañana de este miércoles del informe ”¿Qué le digo yo? Ya no se sabía qué dolía más”, que analiza los daños, afectaciones psicosociales y recursos de afrontamiento en víctimas y sobrevivientes de violencia paramilitar en Colombia.

El lanzamiento se llevó a cabo en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.

“Esperamos que este informe pueda, en parte, aportar a la visibilización de cómo han sido las rupturas del tejido social en las comunidades. Este trabajo es posible gracias a sus voces”, dijo durante su intervención Carlos Mario López, director de la DAV.

De acuerdo con los investigadores, el informe revela la crueldad, del sufrimiento y “también de las capacidades desplegadas por las personas y las comunidades para transitar aún en medio de las pérdidas y transformaciones que devinieroncomo consecuencia del accionar de las estructuras paramilitares”.

“Narrar el daño psicosocial, a partir del ejercicio investigativo que supone el esclarecimiento de la verdad no judicial, implica reconocer que la percepción de lo dañado y lo transgredido tiene uncarácter subjetivo y, en ocasiones, colectivo, por parte de quienes han sido expuestos a laviolencia. En ese sentido, el daño no existe por sí mismo, sino que se constituye para quien loconcibe como tal, con independencia de las categorías jurídicas, psicosociales o académicaspreestablecidas”. explicaron.

Las poblaciones en las que fue posible identificar esa condición fueron aquellas donde se presentaron repertorios de violencia paramilitar por parte de los Bloques Calima, Centauros, Central Bolívar, Norte, Mineros, Montes de María y Mojana, Frente Héctor Julio Peinado Becerra, Autodefensas del Magdalena Medio y Puerto Boyacá y las Autodefensas de Cundinamarca.

Por otro lado, en niños, niñas y adolescentes –por ejemplo-, estructuras paramilitares impusieron repertorios violentos entre los que resaltó la violencia sexual y el reclutamiento forzado, de tal forma que los daños psicosociales se expresaron en forma de afectación de las capacidades de socialización y contribuyeron a una normalización de la violencia, conllevando, en ocasiones, a la introyección de un orden impuesto a partir de las representaciones sociales que se tejieron alrededor del paramilitarismo, tales dinero fácil, seguridad y ejercicio del poder.