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Este domingo, la Armada Nacional informó sobre el rescate de 22 migrantes irregulares de diferentes nacionalidades que se encontraban a bordo de una embarcación en aguas del Caribe. La operación fue llevada a cabo por la Estación de Guardacostas de San Andrés, a 27 millas náuticas al suroeste de la isla, según el comunicado oficial emitido por el capitán de fragata Guillermo Lozano.

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Entre los migrantes rescatados se encontraban 13 adultos y cuatro menores de nacionalidad venezolana, tres personas de origen chino, un ciudadano nepalí y un menor colombiano. Las autoridades también detuvieron a dos colombianos, señalados como responsables de transportar a estas personas de manera ilegal, con el objetivo de llevarlas hacia Centroamérica.

La embarcación, identificada como ‘Veratil’, fue interceptada cuando realizaba tránsito irregular por la zona. Tras la inspección de rutina, se confirmó la identidad y nacionalidad de los ocupantes, quienes fueron trasladados al muelle de la Estación de Guardacostas de San Andrés.

Posteriormente, el grupo fue puesto a disposición de las autoridades competentes, encargadas de llevar a cabo los trámites necesarios para definir su situación migratoria.

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En cuanto a los menores de edad, las autoridades entregaron su custodia al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), organismo responsable de garantizar su protección y restablecimiento de derechos. Este tipo de situaciones implica la intervención inmediata del ICBF, cuya misión es salvaguardar el bienestar de los menores afectados por situaciones de vulnerabilidad.

Los dos ciudadanos colombianos que presuntamente operaban como tripulantes de la embarcación fueron capturados y enfrentarán cargos por el delito de tráfico de migrantes, según lo estipula la legislación colombiana. Este delito, considerado de gravedad, conlleva fuertes sanciones para quienes participan en la organización o ejecución de rutas irregulares de migración.

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El tráfico de migrantes a través del Caribe es un fenómeno recurrente en la región, y las autoridades han intensificado las operaciones de control en esta zona marítima, conocida por ser una ruta empleada para el tránsito ilegal de personas hacia otros países del continente. Estas operaciones buscan, además de frenar el tráfico humano, garantizar la seguridad de los migrantes, que muchas veces son expuestos a condiciones precarias durante los viajes.

La Armada de Colombia ha señalado que continuará desarrollando labores de patrullaje en la región para prevenir y combatir este tipo de actividades ilícitas, que representan un riesgo tanto para la seguridad de los migrantes como para la estabilidad de la zona fronteriza.