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La reforma a la salud propuesta por el Gobierno de Gustavo Petro ha levantado en varios sectores del país opiniones diversas, unas a favor y otras en contra. Mientras unos critican la eliminación de las EPS, punto bandera contemplado en el proyecto, otros simplemente lo respaldan a ‘capa y espada’.

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Desde los usuarios, las Entidades Promotoras de Salud (EPS), personal médico y entidades gubernamentales, han contribuido a este debate que se espera tome curso en el Congreso de la República en febrero de este año.

Un claro ejemplo de este ambiente es la posición que argumenta Eduardo Mejía, ciudadano y usuario del sistema, quien considera que estas entidades intermediarias son un soporte a la salud y al pueblo colombiano.

'Estoy de acuerdo que dejen las EPS porque son un soporte y ayudan a las personas para contar con un buen servicio a la salud. Estas han contribuido para que cada una de las familias estemos bien', dijo.

En contravía a esto se encuentra el comentario de Steven Mosquera y Delcy Ríos, ambos usuarios del sistema y residentes en el Atlántico, que comparten la idea de que deben eliminarse las EPS e invertir más en la salud pública.

'Para ello están los hospitales que son mejores en la atención, las EPS son malas', señaló Mosquera.

'Deben invertir más en la salud pública. En Colombia hay mucha pobreza y no muchos tienen para pagar una EPS, un copago y otros requerimientos en salud', agregó Ríos.

Puntos de la reforma

Ana María Soleibe, médico e integrante del comité de impulso de la reforma a la salud, sostuvo que lo que busca del proyecto es acabar con la situación de inequidad que representa el actual sistema. Por ello, manifestó que se hace necesaria la transformación e insistió en que la verdadera crisis ya se vive hace mucho tiempo.

'Estamos mirando lo que en el sistema funciona y estamos buscando la manera de acabar con un sistema que habla de muertes prevenibles que es inviable, asfixiante y negligente, a través de esa intermediación de los recursos públicos por entidades privadas que fracasaron en su administración. Estamos en la búsqueda del derecho fundamental para recuperar los derechos laborales de los trabajadores y proporcionar una buena atención al paciente', dijo.

Señaló que el comité, conformado por aproximadamente 1.400 organizaciones en el país, lleva haciendo pedagogía y diálogo en las regiones sobre la propuesta de reforma. Indicó que ya existe un articulado que, luego de una revisión exhaustiva, fue entregado al presidente Gustavo Petro el pasado 5 de enero para su consideración y posteriormente llevarlo a debate en el Congreso.

Dentro de los puntos incluidos en el decálogo están: recuperar la rectoría del Estado en el manejo de la salud y acabar con la intermediación financiera y administrativa de las EPS. Sobre este último, dijo Soleibe, será pago directo a las entidades de salud con una exhaustiva auditoría desde la Adres (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud).

Por otra parte, en la reforma se contempla un enfoque en atención primaria en salud. La pretensión de un sistema preventivo y predictivo, de fácil acceso, que no tenga barreras y que no condicione al paciente.

Además la creación de unas redes integrales e integradas, cuyo eje central estará en los hospitales públicos. Allí —señaló la profesional– participaran entidades públicas y privadas de manera voluntaria.

Por otro lado, indicó que está el mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores actuales; una inspección, vigilancia y control de la Superintendencia de Salud, que sea descentralizada y con capacidad resolutiva.

De igual manera, contempla la reforma el impulso de un sistema de información único nacional y abierta, que permita hacer seguimiento de los recursos públicos.

Y por último, la construcción de los perfiles epidemiológicos y planes de acción de acuerdo a las necesidades de los territorios y evitar que las decisiones sean centralizadas.

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La posición de las EPS

Dentro de este debate, las Entidades Promotoras de Salud han expresado su preocupación frente algunos puntos de lo que hasta ahora se conoce de la reforma. Manifiestan que no se puede desconocer el papel que han jugado dentro del sistema actual y los avances significativos que se han logrado en los últimos años.

De acuerdo con Galo Viana, gerente de Mutual Ser, el sistema actual responde en gran parte a las necesidades de la gente, por lo que piensa que no hay que cambiar todo para poder lograr los resultados que se están proponiendo.

'Obviamente hay muchas cosas que mejorar pero gran parte de lo que se propone el Gobierno lo podría hacer con la normatividad vigente solo haciendo algunos ajustes. Ha habido un proceso evolutivo de las EPS y no es tan fácil hacer que los recursos que se asignan alcancen para atender la totalidad de las necesidades de la población, pero además de eso mantener unos indicadores financieros adecuados, tener unos resultados en salud y que la gente esté altamente satisfecha', señaló.

El directivo sostuvo que hay que evaluar cuál es la alternativa que propone el Gobierno en este sentido que garantice una mejoría y no un retroceso.

En ese mismo sentido, Gestarsalud – la Asociación de Empresas Gestoras del Aseguramiento en Salud– señaló que antes de un cambio tan drástico se debe pensar en los riesgos de una liquidación masiva de estas entidades o en los riesgos derivados de un anuncio de su terminación.

'Esto podría generar una situación de verdadera crisis sanitaria en la cual los usuarios terminarán pagando los platos rotos. Cambiar 70 años de historia por un modelo de salud que no tiene antecedentes en la vida republicana del país ni evidencia empírica en Colombia no parece ser posible mediante una transición tranquila', precisó.

Frente a lo que se ha referido de que el ADRES asuma algunas funciones que hoy cumplen las EPS, dijo la entidad que sería un mal escenario para los usuarios y el país.

'Los riesgos operativos de concentrar en una sola entidad pública la ejecución de millones de transacciones y de billones de recursos en aspectos operativos del sistema de salud son muchos y como dice el conocido refrán: No hay que poner todos los huevos en la misma canasta', puntualizó.

Mayor claridad

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Augusto Galán, médico y director de Así Vamos en Salud, señaló que ha habido avances significativos muy importantes en la satisfacción del derecho a la salud con el sistema que se ha venido desarrollando en los últimos 30 años, sin embargo, indicó que hay varias cosas que no terminan de convencer como que se haya logrado una cobertura universal pero no un acceso oportuno y satisfactorio a la salud.

'No hemos podido resolver la situación de la oferta de prestación de servicios, tenemos debilidades en talento humano y en la pertinencia de su formación. No estamos formando el talento humano que el sistema de salud requiere y necesita, así como también no estamos distribuyendo bien ese talento en todo el territorio nacional', dijo.

Señaló que el talento humano se está concentrando únicamente en las ciudades capitales y no hay una repartición equitativa en el país. Otro de los retos que existen –contó– tiene que ver con la infraestructura tecnológica y física en salud que muchos territorios carecen.

'El panorama actual en salud es claro /oscuro. Hay grandes avances importantes que se deben mantener y proteger pero con unos retos en materia de equidad en el acceso al servicio de salud, sobre todo en las zonas rurales', refirió Galán.

Por otro lado indicó que la nueva reforma que se plantee no puede reducirse a simplemente al tema de la eliminación de las EPS. Precisó que debe haber mayor claridad sobre el articulado que se propone y lo que representaría eso para el sistema, quién asumiría las funciones qué actualmente cumplen estas entidades y cómo se llevaría a cabo todos estos procesos.

En el tema de financiamiento del sector salud sostuvo que hay que entrarlo a revisar con mayor profundidad y análisis más allá de la actualización de la unidad de pago de capitación que se hace cada año. 'Hay que analizar si realmente son suficiente los recursos para el plan de beneficios y las atenciones que se han definido que los colombianos van a recibir', dijo.

'Borrón y cuenta nueva no debería ser el propósito de una reforma. Volver al día cero de la creación y a unos escenarios que ya hemos superado no parece ser la respuesta adecuada a este momento. Aquí ha habido 30 años de experiencia y conocimiento, la reforma que se plantee debe ser discutida de manera amplia con todos los actores del sistema de salud y se debe tener en cuenta los agentes que la componen, cosa que no ha ocurrido en este momento' puntualizó.