Científicos brasileños concluyeron las excavaciones en un complejo arqueológico de la Amazonía que refuerzan la teoría de que esa región estuvo densamente poblada antes de la llegada de los colonizadores europeos.
Los hallazgos —vasijas, restos de cerámicas, piedras talladas, semillas carbonizadas y capas de suelo enriquecido— permiten pensar asimismo que el modo de vida de los habitantes originarios puede contener enseñanzas para la preservación de la selva tropical, afirma el arqueólogo Rafael Lopes, que participó en la exploración en el estado Amazonas.
'Llegamos pensando que habría un solo sitio a orillas del lago Tefé, pero son varios, y algunos grandes. Es un complejo arqueológico', explicó Lopes, investigador asociado del Instituto de Desarrollo Sostenido Mamirauá (IDSM), que administra esta reserva protegida en el corazón de la Amazonía brasileña.
Los rastros de plantas domesticadas o manejadas como cacao, açaí o cupuaçú, así como la presencia de frondosos castañares de más de 500 años indican que la región estuvo ocupada por al menos cinco poblaciones diferentes, incluyendo las comunidades ribereñas e indígenas actuales.
'Las crónicas de viajeros de los siglos XVI y XVII que bajaban por el Amazonas tienen relatos de poblaciones muy densas, de miles de personas, y de aldeas muy grandes a no más de media hora una de otra, en especial en la zona de Tefé', apunta Lopes.
Estudios científicos estiman que en la región amazónica vivían de 8 a 10 millones de personas antes de la llegada de españoles y portugueses.
Después del contacto con el hombre blanco, las epidemias y las campañas de conquista diezmaron a la población, explica Lopes.
Eso llevó a los naturalistas europeos que se adentraron en la región en el siglo XIX a pensar que la selva era un bioma prácticamente intacto.
Pero ese concepto empezó a ser revisado en los años 1980. La investigación en la que Lopes participa suma así nuevas evidencias a esos estudios.
'Desde hace algunas décadas, nos estamos dando cuenta de que las primeras crónicas eran más verdaderas y menos fantasiosas' de lo que se creía, afirma.
El trabajo de campo -a cargo de unas 40 personas, entre investigadores y lugareños- estuvo codirigido por Lopes, de la Universidad de Sao Paulo (USP), y la botánica Mariana Cassino, del Instituto de Investigaciones Amazónicas (INPA).
Los habitantes originarios, con técnicas de manejo sustentable de los recursos naturales, moldearon positivamente el hábitat y tienen mucho que enseñar a los ocupantes actuales de la selva, señala el especialista.
'Las poblaciones tradicionales tuvieron un impacto muy positivo en la biodiversidad. Hay centenares de especies [vegetales] con algún grado de domesticación y algunas de ellas son hoy en día las más comunes en la Amazonía', concluyó.