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Nataly Solano salió el lunes del barrio Torcoroma, en Baranoa, con una idea clara: amanecer el martes en Virginia, Estados Unidos y visitar la base Wallops de la Nasa. Con 17 años, la estudiante de primer semestre de Microbiología de la Universidad Simón Bolívar, en Barranquilla, es una de las invitadas al lanzamiento hoy del cohete FR6 de la agencia del gobierno estadounidense.

Precisamente un experimento de Nataly junto con otros compañeros, bautizado como 'Duna', que arrancó en la Escuela Normal Superior Santa Ana de Baranoa, pero que desarrolló en la Simón Bolívar, fue escogido en 2017 para volar al espacio en el cohete FR5.

'Le pusimos ese nombre (Duna) porque el nombre científico de la micro-alga es Dunaliella salina. El objetivo principal de enviar esa micro-alga al espacio es saber si dentro de unos años es posible cultivarla en la Estación Espacial Internacional. Esta especie es rica en betacarotenos y proteínas', explica.

Nataly agrega que los betacarotenos son unos pigmentos que pertenecen al grupo de los carotenoides, que dan un color naranja o rojizo a alimentos como la zanahoria o la auyama, por ejemplo. 'Esa micro-alga es endémica de salinas colombianas como la de Galerazamba', por eso el color rojizo o rosado que hace poco tomó la laguna ubicada antes de llegar al mar, en ese corregimiento de Bolívar.

El experimento de la joven baranoera contó con el apoyo del programa Cubes in Space (Cubos en el espacio) apoyado por la ONG Grupo de Astronomía Apolo. Así lo cuenta Jorge Salazar, director de la Fundación Grupo Apolo.

'Este programa es el único en el mundo que le permite a los estudiantes que sus experimentos viajen al espacio sin pagar un solo peso. En el 2016 quedaron seleccionados por primera vez dos experimentos de estudiantes del Atlántico y volaron en el 2017 y el 2018. Nataly, a través del programa Hondas, estuvo vinculada con la fundación e hizo parte de esa experiencia', dijo Salazar.

Otro de los motivos de la visita de Nataly a la Nasa es analizar los resultados de su experimento Duna, del que no puede revelar muchos detalles por pedido de las autoridades.

Por ahora ella se está gozando su sueño de alto vuelo. Dice que no puede describir las emociones, solamente hacerle un llamado a niños y jóvenes del Caribe colombiano para que se involucren en la ciencia, 'es algo maravilloso con lo que realmente se puede transformar el mundo'.