Compartir:

Los individuos con dos copias de la mutación genética CCR5 Delta 32 sufren un aumento del 21% en la tasa de mortalidad, señala un estudio publicado por Nature Medicine, que pone en cuestión la modificación genética que el científico chino He Jiankui realizó a dos bebés 2018.

Debido a esta alteración en los genes, las células sanguíneas se convierten en inmunes al virus del VIH, pero los autores de esta investigación, elaborada por la Universidad de California Berkeley (Estados Unidos), alertaron de la necesidad de comprender mejor cómo puede afectar a la salud introducir mutaciones genéticas.

El año pasado, He Jiankui creó los primeros bebés genéticamente modificados con el objetivo de imitar el efecto de la mutación natural CCR5 Delta 32, lo que generó gran controversia acerca de los límites bioéticos de estas prácticas y de las consecuencias para la salud que pueden acarrear.

Estudios posteriores han revelado que las personas con esta mutación genética pueden padecer un mayor riesgo de contraer ciertas enfermedades infecciosas.

El profesor de la Universidad de California Berkeley Xinzhu Wei, que lideró el estudio, analizó el genotipo y la información sobre el registro de muertes de más de 400.000 personas en el Biobanco del Reino Unido para evaluar el efecto de la mutación CCR5 Delta 32 en la esperanza de vida.

Halló que los individuos que son portadores homocigotos de esta mutación tienen aproximadamente un 20% menos de probabilidades de llegar a la edad de 76 años, en comparación con aquellos que no tienen ningún tipo de cambio genético o solo cuentan con una copia de esta alteración en sus genes.

Los responsables señalaron que está por comprobar si los resultados podrían ser extrapolables a otras poblaciones, ya que la mutación CCR5 Delta 32 evita la entrada del virus del sida en las células sanguíneas de personas originarias del norte de Europa o con ascendencia de esta zona.