En la universidad de Hong Kong, profesores desarrollaron un robot de tamaño diminuto el cual podría ser utilizado para administrar medicamentos en zonas específicas o de difícil de acceso dentro del organismo. Este tiene la capacidad de adaptarse a ambientes complicados y también puede ser utilizado para realizar revisiones médicas internas.
Su estructura es muy parecida a la de un ciempiés, lo cual le permite desplazarse fácilmente en distintas superficies como los tejidos, la sangre y las mucosidades.
El material en que está diseñado el cuerpo es Polidimetilsiloxano, al cual se le implantaron partículas magnéticas para poder ser controlado desde el exterior.
El grosor del robot es de 0.15 milímetros y cada una de sus patas mide 0.65 milímetros de longitud y el espacio que hay entre ellas es de 0.6 milímetros.
Por ahora los científicos esperan realizar más investigaciones con el fin de desarrollar otras funciones que el robot pueda realizar, para así posteriormente realizar las pruebas pertinente en animales y humanos.