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Resulta preocupante el problema del Carbón en la Costa Caribe, por ser un elemento vital para la económica de la costa y del país; siendo muchísimos hoy los diferentes comentarios respeto a los múltiples problemas que tocan este tema. Pero todos responden a una verdad inconcusa agazapada en el gobierno nacional, que desde un principio de su gobernanza, se propuso tercamente a acabar con la economía fósil, es decir petróleo y carbón, ambos rubros jalonadores en gran medida de la economía del país. Para que se hagan una idea tanto sólo el carbón, aporta al PIB de Colombia entre 1,5 y 2% y al PIB minero entre 15 y 20%, lo que en si representa en un factor de la economía de gran peso a tener en cuenta, siendo el producto minero que más aporta a Colombia- El petróleo en el periodo 2012-2022, 2013, con 3,3% del PIB, lo que permite deducir la gran importancia de estos dos segmentos en la económica de Colombia.

Hoy pretendo en éstas líneas, concentrarme en el tema del CARBON, dado el impacto que este mineral produce en la economía de la costa Caribe, y las amenazas a que está siendo sometido por varias vertientes. Amenaza que podría estar alterando los índices porcentuales del 1.5% y 2 % del PIB, lo cual ya es preocupante, dado que si echamos un vistazo no solo a la economía del país la cual atraviesa un pésimo momentos, y miramos de soslayo a la economía mundial que anda casi igual, agravada con los aranceles que Trump ha impuesto a gran parte de los países del mundo; dentro de poco los costeños nos veremos afectados en nuestros bolsillos por la política errática de este gobierno en cuanto al carbón en la costa Caribe.

Son tantos las amenazas que padece el Carbón, no solo por los ataques en la Guajira, como dan cuenta recientes noticias sobre constantes ataques a la red ferroviaria, para con ello desvertebrar el transito ferroviario, con cuantiosas perdida para la compañía como es de suponer. Reparación de la vía ferroviaria con altísimos costos para la compañía encargada de la extracción del Carbón, compañía que por años ha soportado estos daños que como quiera afecta el normal desarrollo de la industria del minería. Además y más sorprendente es la insaciable política del gobierno Petro , quien desde su inicio de gestión, se ha empecinado en terminar de tajo con este tipo de minería alegando los daños que ocasiona al medio ambiente, que si bien se produce la cual no podemos negar; se debería dar un manejo pacifico, sosegado , a la transición que proponen a otros tipos de energía de manera coordinada ; acorde con los estándares de impacto ambiental de las minas ubicadas en el Cesar y la Guajira comparadas con otras en el mundo como en Canadá, Sudáfrica etc. Pero lo peor de la política de este presidente respeto a este mineral fue la prohibición de venta de carbón a Israel mediante Decreto 1047 del 2024 decisión fundamentada ,en que con el carbón colombiano, seria empleado por ese país, para la producción de bombas y armas letales usadas en la guerra que adelantan. Prohibición que alentará a ese país con sobrada razón, a buscar otros proveedores como Canadá, Sudáfrica etc. Situación que desborda con seguridad, en grandes perjuicios para la económica de la costa caribe. Pero lo llamativo de esta decisión absurda, radica en que de los fundamentos del Decreto 1047 de 2024, a todas luces viola ostensiblemente la Ley 7 de 1991. Ley que diseña la participación del ejecutivo en la regulación del Comercio Exterior, violación que se materializa en que dentro de esa disposición existe una ausencia total de una razón como la expuesta por el gobierno Colombiano al tomar las medidas adoptadas .

Mientras tanto seremos testigos respecto a la política minero-energética del Gobierno Petro cada vez más errática, y su impacto en la población Guajira la más afecta en el órdenes (salud, vivienda digna, y agua).

Freddy Otero Juliao

conjuridicas1010@hotmail.com