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En la capital de Bolívar, bajo la luminiscencia de la Torre del Reloj como panorama, miles de familias viven una realidad energética distinta: dependen de redes no normalizadas y de conexiones precarias que ponen en riesgo su seguridad y la calidad del servicio. Cartagena encabeza la lista como la ciudad de la Costa Caribe con mayor número de hogares en condición de subnormalidad eléctrica, una situación que refleja los grandes desafíos técnicos y sociales que enfrenta la prestación del servicio en la región.

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Actualmente, la ciudad amurallada registra 327 barrios catalogados como subnormales, lo que la convierte en el territorio con el mayor número de asentamientos en esta condición. Entre las penumbras habitan cerca de 74.234 grupos familiares, es decir, más de 70 mil hogares cartageneros sin infraestructura eléctrica formal. Esta cifra dimensiona la magnitud del reto que representa para Afinia avanzar en la normalización de redes eléctricas y en la reducción de pérdidas de energía en la ciudad.

En promedio, estas comunidades consumen 18,3 millones de kilovatios hora (kWh) al mes, una demanda energética significativa que exige inversiones sostenidas y acompañamiento técnico permanente para garantizar la prestación del servicio en condiciones seguras. Durante el periodo comprendido entre enero y agosto de 2025, Afinia registró en estos sectores una facturación promedio mensual de $9.282 millones, de los cuales se logró un recaudo del 5,22%, equivalente a $484 millones.

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Como consecuencia de este bajo nivel de pago, la deuda vencida acumulada asciende a $424 mil millones, una cifra que evidencia el impacto financiero que representa atender a los usuarios en condición de subnormalidad y la necesidad de fortalecer el trabajo conjunto entre la empresa, las autoridades y la comunidad.

Afinia reafirma su compromiso con la regularización de estas zonas y la mejora de la calidad del servicio, mediante proyectos de inversión, gestión social y diálogo comunitario que permitan avanzar hacia una Cartagena con redes eléctricas formales, seguras y sostenibles.

También ratificó su interés de trabajar de la mano de los tomadores de decisiones en las ciudades, para el control urbano y las normas frente al crecimiento de estas zonas donde también hay asentamiento de comercios. Un servicio de energía óptimo, el cual pretende ser una luz de esperanza que brille con fuerza en los hogares de las familias cartageneras.

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