Las autoridades sanitarias de Cartagena han encendido las alarmas frente al aumento de casos de tos ferina en la ciudad cuando ya se registran 13, dos más que la semana pasada, mientras las jornadas de vacunación se refuerzan.
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Hasta el 21 de mayo pasado, solo se habían reportado 11 casos de los cuales 7 fueron confirmados, 4 descartados, y de los registrados, 4 correspondieron a menores de 5 años, según datos de Rafael Navarro España, director del Departamento Administrativo de Salud (Dadis).
Seis días después, el número de casos sube a 13 con dos más de los cuales aún no hay detalles, por eso la alcaldía de la ciudad ha puesto en marcha las vacunaciones que tienen el propósito de prevenir la enfermedad que también viene en aumento en todo el territorio nacional.
La vacunación está disponible para bebés a los 2, 4, 6 y 18 meses. La vacuna DPT se aplica a los 5 años. En adolescentes y adultos se recomienda una dosis de refuerzo de DPT cada 10 años. En el caso de las mujeres embarazadas se aplica a partir de la semana 20 de gestación.
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“Por lo tanto, el llamado a los padres de familia y cuidadores es a mantener al día el esquema de vacunación de los menores de edad, ya que es la manera de enfermedades”, instó el funcionario.
¿Qué es la tos ferina?
La tos ferina es una infección respiratoria bacteriana (producida por Bordetella Pertussis), altamente contagiosa que afecta a personas de toda edad; las formas más graves se presentan en los recién nacidos y menores de 6 meses.
Los enfermos contagian al toser o estornudar cerca de otras personas, quienes inhalan la bacteria causante de esta enfermedad. La gran mayoría de los bebés adquieren la tos ferina de sus padres, hermanos mayores u otras personas que los cuidan, quienes por lo general tienen pocos síntomas y la enfermedad pasa inadvertida.
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Se inicia como un resfriado (congestión nasal, estornudos, tos ocasional y fiebre baja). Después de 1 a 2 semanas comienza tos muy fuerte seguida de un silbido, en accesos repetidos y rápidos, que con frecuencia llevan a pausas o dificultad para respirar, comer o dormir. La falta de oxígeno puede producir un color azulado en la piel.
El tratamiento requiere antibióticos para erradicar la bacteria; se hospitalizan los niños y aquellos que necesitan oxígeno. Las complicaciones más frecuentes son neumonías (en 1 de cada 5) y convulsiones (1 de 100). En casos inusuales puede ser mortal.
Prevención
Las vacunas contra la tos ferina se recomiendan para los niños y adultos, incluidas las embarazadas. La protección que ofrece esta vacuna infantil disminuye con el tiempo por lo que preadolescentes, adolescentes y adultos necesitan ser revacunados con TDAP (tétanos, difteria y tos ferina acelular), aunque hayan recibido toda la serie de vacunas durante su infancia.
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Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran enrojecimiento, hinchazón y dolor donde se aplicó la inyección, fiebre y vómitos. Menos de 1 en un millón de vacunados tendrán reacción seria a la vacuna TDAP.
