El jueves 3 de noviembre de 2022, el barrio La Providencia de Cartagena se convirtió en un escenario de temor, zozobra y miedo. En horas de la tarde se había perpetrado el asesinato de Jaime Llorente en medio de un atentado sicarial que, al parecer, iba dirigido hacia el comerciante cordobés, sin contar que este acto se llevó la vida de su hija Alejandra, una niña de tan solo 10 años.
Llorente se desplazaba en una camioneta Toyota blanca, de placas JHU-754, en compañía de sus tres hijas de 9, 10 y 11 años cuando fue interceptado por dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta. Posteriormente, uno de los pistoleros accionó un arma de fuego en repetidas ocasiones.
En medio del hecho resultó gravemente herida Alejandra, la segunda hija del empresario y quien viajaba en la silla trasera. La menor, promesa del patinaje bolivarense, fue auxiliada por transeúntes que presenciaron el ataque, mientras que sus hermanas se encontraban en shock por la escena de sangre.