La vista es privilegiada: La ciénaga de la Virgen en todo su esplendor, los pescadores en sus canoas, el verdor de los manglares y las aves atravesando a placer el cielo.
Todo esto se puede contemplar mientras se atraviesa una de las obras más impactantes del norte de Cartagena: el Viaducto el Gran Manglar o Viaducto de la Ciénaga de la Virgen.
Por eso no es raro ver que algunos conductores no se resistan a tan bella panorámica y detengan sus vehículos para contemplar este maravilloso entorno acuático y sacar una foto del recuerdo.
El viaducto hace parte del proyecto Cartagena–Barranquilla y la Circunvalar de la Prosperidad. Este no solo asombra a quienes por él transitan, sino que organizaciones especializadas en ingeniería han valorado esta obra que tuvo un gran respeto por el medio ambiente.
Fue galardonado con premios nacionales por utilizar el método de construcción Top Down, que priorizó el componente ambiental y el respeto por la naturaleza. La obra, además de estar construida con altos estándares de calidad, logró reducir hasta en un 94% la afectación sobre el manglar y la Ciénaga de la Virgen. Cuenta con 323 paneles Led de energía solar, geobloques de material reciclable para los terraplenes, asfalto con caucho reciclado y un sistema de tratamiento de aguas.
Está un 100% en funcionamiento, conecta a Cartagena con Barranquilla y contribuye al descongestionamiento vial de la zona norte de Cartagena. Redujo el 50% en el tiempo de viaje para entrar y salir de Cartagena por la Vía al Mar y facilitó el tránsito vehicular durante las temporadas grandes de turismo, cuando se producían enormes atascos de vehículos, que perjudicaban tanto a los turistas como a los residentes.
El viaducto el Gran Manglar sobre la Ciénaga de la Virgen fue liderado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y construido por la Concesión Costera. Los premios que recibió fueron el Nacional de Ingeniería y el Premio Nacional Ambiental, ‘Germán Gómez Pinilla’, otorgados por la Sociedad Colombiana de Ingenieros.
Cuando el proyecto fue concebido y presentado en sociedad, muchos ambientalistas tuvieron temores por el daño que iba causar al ecosistema de la ciénaga, especialmente en el sector que se encuentra por el corregimiento de La Boquilla.
Temían que pudiera pasar como le ocurrió al tramo entre Ciénaga Grande y Barranquilla, con la construcción de la vía que une a las dos ciudades. Sin embargo, en Cartagena hoy es evidente que la zona natural sobre por la que fue construida la obra no sufrió afectaciones mayores.
El proyecto del viaducto tardó 26 meses en ser construido y culminó cuatro meses antes de lo previsto. Se convirtió en un hito en la historia de la ingeniería colombiana gracias a la implementación del sistema Top Down, técnica de construir de arriba hacia abajo. Con ello se evitó hacer excavaciones en el suelo de la ciénaga y de esta forma se redujo la afectación en los cuerpos de agua, las especies y la naturaleza existente en la zona de la salida norte de la capital de Bolívar. El viaducto generó cerca de 1.200 empleos y tuvo un costo de $450 mil millones de pesos.
Es el más largo de Colombia y el tercero en Latinoamérica. Los elementos estructurales pilotes, vigas y cabezales fueron prefabricados en hormigón de alta resistencia, en un complejo de producción en tierra e instalados utilizando un equipo especial de montaje con dos vigas lanzadoras de 650 toneladas de peso cada una, la cual no requería acceso desde el suelo y se desplazaba sobre los mismos apoyos que se iban ejecutando.
Se ejecutaron cuatro estrategias principales para complementar el sistema constructivo: un sistema de drenaje que retiene los sedimentos y grasas (125 tanques sedimentadores), lo que evita la caída directa a la Ciénaga; el uso de energía solar para la iluminación (323 paneles led), la instalación de geobloques con material reciclable para la conformación de los terraplenes y el uso de asfalto con caucho reciclado para minimizar la incidencia del ruido en las zonas de anidación de aves.
La estructura tiene una longitud de 5,4 kilómetros en total, de los cuales de 4,73 kilómetros se encuentran sobre el espejo de agua de la Ciénaga de la Virgen y 360 metros pertenecen a un retorno. Cuenta con dos carriles de 3,65 metros y bermas internas y externas de 1,80 metros y una altura promedio sobre la Ciénaga de 7 metros.
El viaducto conecta directamente con el túnel de Crespo que es la obra complementaria de este sistema de acceso rápido y moderno de Cartagena desde la Vía al Mar. El túnel se encuentra funcionando sin contratiempos y mejoró no solo el tiempo de ingreso y salida a la ciudad, sino que generó una franja de protección costera y aparición de amplias zonas de playas. En el pasado el mar venía peligrosamente erosionando la zona de La Boquilla, Marbella y Crespo y amenazaba a importantes zonas residenciales.
El túnel de Crespo es la primera obra vial que se construyó en Colombia dentro de un entorno marino, empalma con la avenida Santander a desnivel y a nivel con la Vía al Mar, generando una solución al acceso a la ciudad. Cuenta con un relleno hidráulico artificial de más de 1.000.000 mts2 y estructuras de protección conformadas por 7 espolones y un muro longitudinal marginal con aproximadamente 150.000 mts2 de roca.