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Cientos de cartageneros y visitantes se volcaron en la mañana de ayer a Playa Blanca, en la Isla de Barú, uno de los balnearios más concurridos de la ciudad de Cartagena.

Hacia las 11:00 de la mañana ya se había llegado al cupo máximo permitido que es de 700 personas por tierra y 900 por mar.

Fue tal la avalancha de automotores que cuando eran las 8:00 de la mañana ya se observaban largas filas y, a medida que transcurrían los minutos, la situación se volvía más insoportable para quienes se sentían atrapados en mitad de la vía.

Debido a la gran cantidad de personas y vehículos, que pretendían acceder al balneario, las autoridades de tránsito colocaron retenes para informar a los viajeros sobre el lleno. Uno de los principales puntos fue ubicado frente a la empresa Abocol, en el sector industrial de Mamonal, donde decenas de buses, carros y motos tuvieron que desviarse en busca de otras playas.

Los primeros reportes por parte del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (Datt) indican que cerca de 240 buses y 350 carros particulares entraron al balneario, y otra cantidad de vehículos tuvieron que parquear en la vía. Las autoridades han considerado que posiblemente el flujo de turistas creció debido al puente festivo.

En esta zona el parqueo de vehículos ha generado congestiones, lo cual lleva al Datt a retirar autos que son estacionados en la vía y en parqueaderos improvisados. Sin embargo en esta ocasión se hizo la excepción.

No es la primera vez que la congestión obliga a las autoridades a suspender el acceso de visitantes. Al finalizar la tarde, la salida de los bañistas también genera trancones que se extienden hasta las 10:00 de la noche.

Se espera que hoy, día festivo, comience desde muy temprano el control de las autoridades para evitar congestiones.