El Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, ofreció a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología – Unesco –, una alianza para la defensa de Cartagena como Patrimonio de la Humanidad, ante la amenaza a la conservación del Castillo San Felipe de Barajas con la construcción del proyecto de Vivienda de Interés Social, Acuarela Multifamiliar.
En una carta dirigida a la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, el jefe del Ministerio Público señaló que buscará 'que bajo el ordenamiento jurídico de Colombia se pueda evitar una afectación a este patrimonio de la humanidad, que en su conjunto, alberga la historia de un pueblo, su resistencia a ser invadida, la magia que encierra en sus calles, y que la hace tan atractiva para toda la humanidad'.
Carrillo Flórez destacó, por su importancia, la inspección que adelanta una delegación de esta organización al proyecto que tiene 94 metros de altura, para evaluar el impacto de esta construcción en la declaración de Cartagena como Patrimonio de la Humanidad hecho en 1984.
En la misiva el Procurador hizo un recuento de las acciones que ha emprendido el órgano de control desde el pasado 6 de octubre para frenar la posible alteración de las normas de conservación del Castillo San Felipe de Barajas y su armonización con el entorno paisajístico.
Indicó que como parte de una acción preventiva se adelantó una visita a la Curaduría Urbana para verificar la documentación por la cual se otorgaron las licencias de construcción, y una coadyudancia a la acción popular instaurada por el Ministerio de Cultura, con el fin de pedir medidas cautelares y detener la obra, la cual fue aprobada por el Juzgado Décimo Administrativo de Cartagena el pasado 7 de diciembre.
Señaló que recopiló la información sobre los compradores en las cinco torres y solicitó la nulidad de las licencias de construcción, ante las presuntas irregularidades presentadas en el trámite que autorizó el inicio de las obras.
El Procurador General reiteró su preocupación por la construcción del proyecto Aquarela con una altura no permitida para la zona que podría afectar la visual desde el Castillo hacia la Bahía de Cartagena, el mar Caribe y el centro de la ciudad, influyendo esto en el conjunto arquitectónico y en su valor histórico.