La nueva refinería de Cartagena finalizó con éxito la prueba global de desempeño que se llevó a cabo durante 60 días, con una carga promedio de 144 mil barriles por día.
Durante los dos meses, las 34 unidades de la refinería operaron según sus parámetros de diseño y de manera sincronizada, sin incidentes de seguridad de procesos ni ambientales.
La prueba global es un hito clave que marca el final de la fase de arranque y estabilización de la nueva refinería. A partir de este jueves, la refinería más moderna de América Latina inicia su etapa de operación y optimización continua.
Proyección para 2018
En 2018 se prevé que gracias a la operación confiable y segura, la nueva refinería sea autosostenible financieramente y genere beneficios para la industria y las economías regional y nacional. El Ebitda estimado para el 2018 es de al menos $500 mil millones de pesos.
'Los colombianos nos debemos sentir orgullosos de contar con un activo que continuará impulsando la economía y el desarrollo industrial de Colombia, al tiempo que contribuye a mejorar la calidad del aire, impulsa las exportaciones y garantiza una mayor seguridad energética al país', aseguró Amaury de la Espriella, presidente de Reficar.
La nueva refinería de Cartagena es una de las de mayor conversión en el mundo porque transforma el 97,5% del crudo que recibe en productos de alto valor en el mercado, como gasolinas y diésel más limpios, bajos en azufre y más amigables con el ambiente. En los primeros nueve meses del año, sus ventas superaron los US$ 2.100 millones.